jueves, 1 de diciembre de 2011

Flaco y todo el dino todavía anda suelto

¡¡Exijamos lo Imposible!! 
Regreso al Pasado
Alfonso Zárate

Ya vinieron los votantes los trajeron en camión les dieron pa’ su sombrero también pulque y un tostón. Silencio pollos pelones, ya les van a echar su maíz


Emilio Carballido


Quizás la primera imagen que viene a la mente después de observar las formas, los personajes y los contenidos que acompañaron la ceremonia de registro de Enrique Peña Nieto, sea la del célebre cuento de Augusto Monterroso: “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”. ¿Formas?, las de siempre, los usos y costumbres del partidazo: el acarreo, las tortas, las playeras, las matracas, las ofertas fantasiosas de millones de votos, la cargada…


Los contenidos del discurso se ajustaron a la liturgia priísta. El largo saludo (y el respaldo) al presidente del partido, Humberto Moreira, a la gobernadora y a los gobernadores, a los legisladores y a tantos otros distinguidos priístas… Para Peña Nieto, las voces y los gritos de los petroleros, de los cenecistas, de los cetemistas, de las organizaciones populares, “son las voces de la nueva esperanza de México. 

Entre los protagonistas -las fuerzas vivas” del PRI ubicadas en los templetesdestacan dos: Joaquín Gamboa Pascoe, secretario general “sustituto” de la CTM (sustituyó al Güero Rodríguez Alcaine quien, a su vez, sustituyó a don Fidel Velázquez), y el honorable Arturo Montiel, vistiendo un traje “gris rata, como lo describió en su crónica Roberto Zamarripa, convertido en “el padrino del novio”. Después de todos sus excesos, Montiel puede reaparecer en los escenarios priístasantes lo hizo en la ceremonia que se organizó después de la toma de posesión de Eruviel Ávilaporque las autoridades responsables de investigarlo no encontraron nada anómalo (¿no se dice que la justicia es ciega?) y hoy es testigo de la historia: ante sus ojos ve concretarse, o casi, el destino que proyectó para su hechura: el Golden Boy, que parece encaminarse sin obstáculos hacia La Silla del Águila.
 

Figuras y figurines congregados en la explanada del PRI, exudando poder, radiantes, eufóricos. Los más felices fueron los mexiquensesherederos del “inexistente” Grupo Atlacomulcocon cara de “¡Ya chingamos!” Hace seis años se les frustró la Presidencia con Arturo Montielabatido por “fuego amigo”—, pero ahora lucen imparables.


“Gracias al PRI”, recuerda Peña, “México pasó de un régimen de caudillos a un país de instituciones”. Gracias a la alternancia en la Presidencia, agregaría este escribidor: el PRI volvió a sus orígenes y es hoy la confederación de caciques, como describió Luis Javier Garrido al PNR en su clásico El Partido de la Revolución Institucionalizada.


Peña Nieto acierta cuando dice que hoy en México hay miedo, zozobra, desánimo, pero no estoy seguro de que, como también afirmó, “hay una fuerza creciente, optimista y segura de que vienen tiempos mejores”.


Para el futuro candidato, el PRI tiene el respaldo de la mayoría de los mexicanos “porque es el partido que gobierna mejor, el que da resultados y el que cumple”. Pero el balance es disparejo, baste ver los niveles de delincuencia común en los estados gobernados por priístas, los índices de desarrollo humano y los niveles de endeudamiento de los últimos años. Un solo ejemplo: “Coahuila de los Moreira”, donde Humberto cumplió: “lo prometido es deuda”… una deuda que es una carga muy pesada para varias generaciones de coahuilenses.


Peña Nieto asumió tres compromisos: primero, cuidar en todo momento la unidad del partido “propiciando la inclusión y amplia participación de todo el priísmo”. Será importante que lo logre, sin embargo, lo que se ha visto hasta ahora es el agandaye del grupo mexiquense, como ocurre en la Cámara de Diputados.


Su segundo compromiso es privilegiar las ideas, propuestas y compromisos; y el tercero: “hacer que las causas de México sean las causas del PRI”. Ya veremos si honra sus compromisos.

Hoy, por fortuna, tenemos una ciudadanía más alerta y más crítica y ni al PRI ni a algún partido le alcanza su voto “duro” para ganar, requieren mover a los indecisos, a los apáticos, a los escépticos. Los sectores más conscientes de la ciudadanía deben exigirles a los tres candidatos que disputen la Presidencia una definición clara y un compromiso sin dobleces con los temas mayores de la agenda ciudadana: crecimiento económico con empleo, seguridad pública, combate a la impunidad…
@alfonsozarate
Presidente de Grupo Consultor Interdisciplinario

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