Conjeturas
Por Álvaro Cepeda Neri
El galán del PRI es de los que los dioses ciegan
En un encuentro por Twitter, Peña Nieto, tras mostrar su ignorancia
cultural y falta de mínima información, fue bombardeado respetuosa,
irónica y críticamente; pero nada más. Él también contestó
sarcásticamente “agradeciendo” los revires no tanto de su confusión
entre el derechista Krauze y el liberal Fuentes, como que de plano no
sabe quién es quién en literatura (¿cómo andará en historia nacional… ¡y
mundial!, en el pensamiento de ideas y prácticas políticas… en
economía, es decir: política económica y etc.?). Hasta… ¡en Televisa!
fue cuestionado. Aunque ya deberíamos estar prevenidos después de Fox
quien era un rústico, casi analfabeta (no recordó a José Vasconcelos,
cuando inauguró la biblioteca, que todavía es un elefante blanco).
Calderón en ese renglón sigue la divisa de “calladito se ve mejor”.
Y como los panistas “no cantan mal las rancheras”, no habían
transcurrido ni 24 horas del debut y despedida de Peña en asuntos
literarios, y Cordero metió las cuatro cuando llamó “Isabel” a Laura
Restrepo. Y se justificó alegando que Peña resultó más torpe, como si la
ignorancia de uno fuera suficiente para disminuir la tontería del otro.
Aunque en Twitter le llovieron burlas a Cordero, éste hizo como que no
se enteró. En cambio la familia Peña entró al debate con majaderías,
calificando a los twitteros de “prole, envidiosos y pendejos”. Peña
disculpó ante los de la red a su hija y al novio de ésta, autores de los
insultos. Total que no sale de una para meterse en más errores
políticos, cuando necesita cuidar su imagen y no despeinarse para
conservar sus cuentas alegres en las encuestas que lo ponen como
favorito.
Peña lleva a cuestas no haber competido para que los priístas, cuando
menos con dos, seleccionaran al mejor. Le dio miedo enfrentarse a un
político de pies a cabeza como es Beltrones. Y desde que impuso a
Humberto Moreira en la presidencia del PRI, fue criticado porque éste
dejó a Coahuila en la bancarrota, con una deuda de más de 30 mil
millones de pesos. Lo despidió, aunque las consecuencias lo habían
alcanzado. Y en cuestiones electorales el que sale antes del disparo de
arranque, no siempre llega primero. Peña se supone sucesor de Calderón:
camina como presidente, habla como presidente, posa como presidente y
dice lo que hará como presidente. Empero, apenas es candidato único. Le
falta vérselas con el PRD y el PAN y como hombre de guiones, en el
debate lo pueden exhibir.
Mientras tanto… “¡los pendejos del mundo, lo saludan!”. Y si “la envidia
fuera tiña”, entonces tenemos… ¡viruela! Y si con “prole”, quisieron
llamarnos proletariados, no la erraron. La pobreza nacional es de
proletariados, y de un lumpenproletariado ante el anarquismo y las
revueltas sociales. Los precandidatos o ya candidatos al máximo cargo
político y económico, enseñan el cobre, sus limitaciones e ignorancia…
que los hacen incapaces para un cargo electoral. Peña, en su voracidad
por llegar a la Presidencia de la República, se olvida de que: “los
dioses ciegan a los que van a perder”. Y camina a tontas y locas que lo
pueden llevar al des-PEÑA-dero.
cepedaneri@prodigy.net.mx
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