Estado de los ESTADOS
Por Lilia Arellano
Ofensiva contrainsurgente
Narcos “son terroristas”, insisten en EU
México y Guatemala, “presas” del crimen
Inseguridad y “emergencia nacional”: JSM
“Usted disculpe”, dice Poiré a Valentina R.
Modifican y aprueban la reforma religiosa
“El crimen hace iguales a todos los contaminados por él”.- Marco Anneo Lucano
Mientras Felipe Calderón y el presidente electo de Guatemala, general
Otto Pérez Molina, sostienen que sus naciones son “presas del fenómeno
de la inseguridad”, y el Presidente de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, Juan Silva Meza, denuncia que el Poder Judicial experimenta
“en carne propia” la emergencia del país, la posibilidad de una mayor
intervención de inteligencia y acciones policiaco-militares de Estados
Unidos en México, tras el fracaso de la estrategia seguida por el
inquilino de Los Pinos en su guerra contra los cárteles del
narcotráfico, está cada vez más cercana al determinar legisladores
estadounidenses que el narcotráfico “es una insurgencia terrorista”. En
la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el Subcomité del
Hemisferio Occidental del Comité de Asuntos Exteriores aprobó este
jueves la elaboración de un plan de “contrainsurgencia” para México, a
fin de combatir a los cárteles de las drogas como organizaciones
terroristas.
Una Ley de Seguridad Fronteriza Mejorada fue aprobada por los
integrantes de dicho subcomité que están de acuerdo en suplantar por una
nueva estrategia la “Iniciativa Mérida”, el plan conjunto de México y
Estados Unidos implementado desde hace cinco años contra las
organizaciones criminales mexicana dedicadas al narcotráfico, dado que,
sostienen, ésta “no podrá detener la amenaza terrorista que enfrentamos
de los narcotraficantes”. Así, bajo la nueva iniciativa los
Departamentos de Estado, Defensa, Justicia y Seguridad Nacional deberán
elaborar un plan contrainsurgente definiendo a los organismos criminales
en México, sus líderes, objetivos, evolución y áreas de influencia.
También evaluarán las capacidades de la Policía Federal y de las Fuerzas
Armadas de México, así como de instituciones gubernamentales estatales y
locales, y organizaciones no gubernamentales.
La iniciativa de Ley HR34021 aprobada por los seis miembros del
subocomité con la oposición de legisladores demócratas, pide concretar
un plan para combatir las operaciones, redes financieras y de lavado de
dinero de los cárteles, y un plan coordinado con el gobierno mexicano
para hacer segura la frontera común con tecnología e infraestructura.
También demanda que “dentro de México, en coordinación con el gobierno
mexicano,” se desarrolle un plan multi-agencia para desarrollar fuertes
instituciones del Estado de Derecho, mejorar la seguridad de personas y
negocios, y aumentar la coordinación entre policías y militares. Los
recursos necesarios para desarrollar e implementar la estrategia
contrainsurgente provendrán de la Iniciativa Mérida.
Las objeciones de legisladores demócratas sobre dicho plan no fueron
escuchadas en el subcomité de referencia. De nada sirvieron las
impugnaciones de Eliot Engels, el demócrata de más alto rango en el
comité, en el sentido de que los estadounidenses no deben dictar “ni
forzar políticas”, sino trabajar con sus socios. También advirtió que
esa legislación “hará pedazo la Iniciativa Mérida y apunta a una
dirección distinta” en los esfuerzos de Estados Unidos para apoyar la
lucha del gobierno mexicano contra el crimen organizado. Engels hizo
notar que los narcotraficantes no tienen nombre político, no quieren
derrocar al gobierno para tomar el control, “y por ello no estoy de
acuerdo cuando se habla de una insurgencia terrorista”.
No obstante, prevaleció el criterio de Connie Marck, republicano por
California y autor principal de la iniciativa co-patrocinada por apenas
seis republicanos, quien justificó la acción al insistir que el
narcotráfico “es una insurgencia terrorista”. Además, justificó la
suplantación de la “Iniciativa Mérida” por esta estrategia al señalar
que el plan conjunto de México y Estados Unidos “no podrá detener la
amenaza terrorista que enfrentamos” de los narcotraficantes.
Ante ese panorama, Patricia Espinosa Cantellano, titular de la
Secretaría de Relaciones Exteriores (SER), por fin hizo escuchar su voz
en este asunto al advertir que México no aceptará, por parte de Estados
Unidos, ningún esquema de cooperación que éste por encima de la
soberanía nacional, y rechazar que existan evidencias de los vínculos
entre cárteles y terroristas, ni integrantes de grupos extremistas que
hayan cruzado a territorio estadounidense por nuestro país.
“PRESAS” DE INSEGURIDAD
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