¡¡Exijamos lo Imposible!!
El Viacrucis, forma de vida permanente
María Teresa Jardí
MIGRACIÓN
Tu Cristo es hebreo. Tu carro es japonés. Tu pizza es italiana. Tu Papa alemán. Tu vino es chileno. Tu democracia es griega. Tu café es colombiano. Tu té es nepalí. Tu reloj es suizo. Tu moda es francesa. Tu alfabeto es latino. Tu camiseta es hindú. Tus zapatos tailandeses. Tu... (no sé quién lo dice, pero es claro lo acertado que está al decirlo).
A manera de enfrentar el horror de los migrantes una manifestación pacífica se llevó a cabo el viernes pasado casi de manera desapercibida. Las manifestaciones en el Distrito Federal son diarias y van en aumento acordes con el tamaño del desastre que el desgobierno fascista que hoy impera en México impone como forma de vida para millones de mexicanos. Así que es difícil que alguna llame más la vista. Nos hemos acostumbrado a ellas, más como molestia, que como la denuncia que implican, porque la capacidad de asombro ha sido también ejecutada ante tanto inconcebible horror.
Desde el gobierno dicen que detuvieron a “El Kilo”, “El Perro”, “El Negro”, “El Bruto”... Despersonalizar es otra forma de desaparecer. En el caso de los que nada deben de manera forzada. En el caso de los que por el poder se crean a base de apodos que propician la impunidad en el limbo fantasmal.
A “El Kilo” le achacan unos 217 asesinatos.
¿Qué esperaban cuando dejaron entrar a México a los kaibiles, los responsables de dejar entrar a éstos, a operar en territorio mexicano?
Qué esperaba García Luna, quien, me dicen, quienes de seguridad nacional y pública algo saben todavía, que fue el responsable de la apertura de puerta a esos sanguinarios criminales entrenados para mutilar en la Escuela de las Américas. Qué esperaban Calderón y su achichincle, o a la inversa, quién sabe cuál de los dos es el criado del otro. Esperaban que pasara, obviamente, lo que hoy en México ocurre impunemente.
El viernes pasado por un tramo pequeño de Reforma se manifestaron familiares en aras de hacer una analogía —con la de sus propios hijos, padres, sobrinos, amigos— del sufrimiento de Cristo Migrante, frente a la Embajada de los Estados Unidos de Norteamérica.
El programa invitaba a contemplar una danza prehispánica xochitzahuatl, en la que participaban mujeres de la tercera edad de Atlatlahuacan, Morelos, danzando sobre el carril derecho de Avenida Reforma desde la Glorieta de la Palma que era de donde el Viacrucis Migrante partía. Y frente a la embajada, la comunidad de Maravatío, escenificaría el Viacrucis de los Migrantes, decía la invitación, que ofrecía también una rueda de prensa informal con declaraciones de las comunidades y los organizadores a los medios de comunicación que asistieran y anunciaba que se haría entrega de una carta para Obama firmada por comunidades de Aguascalientes, Hidalgo, Morelos, Veracruz, Oaxaca, Chiapas, Los Ángeles, California, y la Ciudad de México, demandando que se ponga alto a la separación de las familias.
Aquí se les asesina. Allá, cuando no se les asesina, se les separa a los niños de los miembros adultos de su la familia.
El imperio yanqui necesita sicarios y no hay mejor manera de crearlos que dejando huérfanos a los niños. Es lo mismo que el usurpador mexicano ha hecho en Ciudad Juárez y otros lugares, al dejar huérfanos a tantos hijos de padres asesinados, con absoluta impunidad, sin explicación y las más de las veces sin motivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario