Es muy triste la realidad de México

¡¡Exijamos lo Imposible!!
¿Quién está detrás de las muertes en México?
Polimnia Romana
09 de Noviembre, 2010

Un nítido estudio realizado por Charles Bowden y Molly Molloy, publicado en The Nation el 23 de julio del presente año, explica el meollo del programa "antidrogas" o "contra el crimen organizado" auspiciado por Estados Unidos bajo la Iniciativa Mérida (IM).

Según los autores del estudio, esta iniciativa, igual que el Plan Colombia, es un diseño castrense, paramilitar y mercenario de invasión y ocupación que incluye, de manera ostensible, el control estadunidense de las políticas de seguridad del "Estado-cliente" sobre su jurisdicción territorial.

Esto explica la imposibilidad de Calderón a rectificar la estrategia en el combate al narco y al crimen organizado, que acumula más de 30 mil muertos, y que en vez de apuntalar la educación, la creación de empleos y el bienestar de la población, incremente el presupuesto a las fuerzas armadas y a la policía federal.

El estudio señala también que los Estados Unidos "colaboran" pagando a los mexicanos para que maten mexicanos, sin que esta carnicería afecte el suministro de drogas ni los precios, y que la estrategia fue planeada para cumplir los objetivos de quienes la diseñaron, no así para los países que la adoptaron (Colombia y México), porque lejos de erradicar el tráfico y consumo de drogas, han sacrificado miles de vidas y sembrado el terror y la desesperanza de sus pueblos.

Por último, Bowden y Molloy explican en su estudio que la estrategia es que el Estado ostente una fuerza destructora para intimidar y aterroriza, lanzando a la población el mensaje del Estado fallido: "no hay Estado que los proteja y los mata con impunidad", mientras Estados Unidos realiza la ocupación territorial. Los mexicanos sabemos de alguna manera todo esto por la realidad que vivimos y por la negativa de Calderón a corregir la estrategia de guerra, que ha bañado de sangre al país.

Sabemos también que mientras sigan en el poder mandatarios subordinados a los grandes intereses no habrá cambios en la política económica ni en la distribución justa del presupuesto, que hoy se destina a "combatir al narco y al crimen organizado" en vez de combatir la pobreza y la desigualdad.