¡¡Exijamos lo Imposible!!
Onésimo Cepeda: “A mí me la persignan”
El caso de la documentada demanda de fraude procesal contra el obispo mexicano probará si la transición a la democracia implica o no la efectiva igualdad ante la ley, pues hasta ahora nadie se ha atrevido a llamarlo a cuentas.
¿Alguna vez un obispo mexicano ha sido encarcelado? Pareciera que no. Sin embargo, cabe la posibilidad de que José Onésimo Daniel Cepeda Silva, titular de la diócesis de Ecatepec, pise la prisión. Onésimo deberá responder ante un juzgado sobre su probable responsabilidad en la comisión del delito de fraude procesal. Por lo inusitado de la situación y el poder de este jerarca católico —manifiesto en la posesión y despliegue de recursos simbólicos y persuasivos relativos a su buena relación con muchos de los más importantes líderes políticos, empresariales y religiosos del país—, el caso aparece como un examen a la vista de un amplio público para probar si la transición de México a la democracia implica o no la efectiva igualdad de todos ante la ley.
UN PAGARÉ MILAGROSO
Existe un pagaré con fecha del 28 de abril de 2003 según el cual el obispo Onésimo Cepeda le prestó, en efectivo, 130 millones de dólares a la señora Olga Azcárraga Madero. Ella falleció el 21 de noviembre de ese año. Hasta el presente no hay rastro de semejante transacción multimillonaria ni razón o motivo por el cual la señora le habría solicitado el préstamo a un ministro religioso, sobre todo si se tiene en cuenta su propósito de ceder parte de sus bienes a la Iglesia para beneficio del clero.
Hermana de Rogerio Azcárraga, propietario de Radio Fórmula y Tele Fórmula, y tía de Emilio Azcárraga Jean, dueño de Televisa, doña Olga constituyó en Panamá, el siete de junio de 1976, la empresa Arthinia Internacional, con el fin de constituir como su único activo la colección de arte de su propiedad y 25 mil dólares de capital social. Esta colección llegó a constar de 42 obras de artistas como Diego Rivera, Frida Kahlo, José Clemente Orozco, Marc Chagall, Joaquín Sorolla, Pablo Picasso y Amadeo Modigliani, entre otros, las cuales quedaron en comodato dentro de su propia casa.
Tras un prolongado juicio, el cuatro de julio de 2007 familiares de doña Olga ganaron un amparo contra la justicia civil para declarar nulo un testamento que los perjudicaba a favor de Jaime Matute Labrador, esposo de Patricia Cortina Azcárraga, sobrina de la difunta y principal heredera en ese documento. Él fue director, secretario y tesorero de Arthinia Internacional hasta que su nombramiento fue anulado por la asamblea de accionistas el 21 de enero de 2003.
El pagaré que hoy está en disputa fue endosado a nombre de Matute por el obispo el 23 de junio de 2008; Matute trabó embargo sobre los bienes de la sucesión —la colección de pinturas— con el inicio de un juicio ejecutivo mercantil, el nueve de septiembre de ese año, para cobrar la multimillonaria deuda. La hipótesis de los abogados querellantes es que, tras el amparo adverso a Matute, éste urdió con don Onésimo, amigo y presunto confesor de doña Olga, la trama del pagaré para reclamar los bienes de la difunta. Para ello hubo de redactarse el texto sobre una hoja firmada en blanco, así requerida por él para otros propósitos. Para mayor sospecha está la cercanía con la fechas del supuesto pagaré (tres meses posterior a su despido de Arthenia) y del plazo perentorio para su vencimiento (cercano posterior al amparo). Los abogados de la empresa, propietaria de la colección pictórica, contraatacaron legalmente con una demanda a Cepeda y Matute por fraude procesal el 15 de octubre del mismo año.
El supuesto sostenido por el pagaré es que el préstamo en efectivo existió, y que la señora murió sin pagarlo, en cuyo caso el obispo tendría que aclarar la procedencia del dinero para su pago en efectivo, en el entendido de que la ley le prohíbe actividades lucrativas en razón de su ministerio. Para echar abajo este supuesto, los abogados de Arthenia denunciaron ante la Procuraduría General de la República (PGR) el posible delito de manejo de recursos de procedencia ilícita (lavado de dinero) por parte del prelado de Ecatepec. Pero la dependencia federal mantiene suspendida la averiguación previa y, dado que don Onésimo no ha declarado ante la autoridad ni se le ha juzgado, no está esclarecido el por qué endosó el pagaré —de manera real o simulada—, si lo vendió, obsequió o cambió por algún bien o servicio.
EL TODOPODEROSO
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http://www.msemanal.com/node/3281
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