lunes, 22 de noviembre de 2010

Como siempre la izquierda dormida

¡¡Exijamos lo Imposible!!
La izquierda siempre dividida una y otra vez será vencida
María Teresa Jardí

La derecha aprendió de aquella consigna revolucionaria que reza que: “el pueblo unido jamás será vencido, trasladándola, como todo lo bueno de la izquierda, a sus propios intereses, para convertirla en su lema: “La derecha unida jamás será vencida”.

La izquierda, lenta de aprendizaje, aunque queramos justificarlo con aquello de que al ser más sensibles son más difíciles los arreglos.

La izquierda, tan poco izquierda como la electorera mexicana, o quizá por eso, porque se ha conformado con ser simplemente electorera. No ha aprendido todavía que dividida, una y otra vez será vencida.

Reminiscencias, quizá, que vienen desde el nacimiento mismo del Partido Comunista Mexicano, que tuviera como primer secretario a un miembro de la CIA, como nos recordara Poco Ignacio Taibo II en un imperdible gran libro.

Divide y vencerás enseña la máxima que fue usada por Roma para vencer a Cartago.

Desconocedor de la historia, el pueblo mexicano resignado parece efectivamente a conocer la verdad,… pero por si las dudascallamosy obedecemos acatando la orden emitida desde hace más de doscientos años por el Virrey Marqués de Croix: “de una vez para lo venidero deben saber los súbditos del gran monarca que ocupa el trono de España, que nacieron para callar y obedecer y no para discutir ni opinar en los altos asuntos de gobierno”, como nos recordaba ayer nuestro compañero de diario e incansable defensor de la clase trabajadora Joaquín Ortega Arenas.

Todos conocemos lo que en México ocurre. La sangre desborda las calles y el hambre se enseñorea con cada vez más sectores sociales. La educación, como botín de guerra, en manos ha sido puesta de arribistas que a la derecha sirven como vasallos del imperio que dicta las reglas. La justicia se compra por los que a pagar su venta alcanzan. No tenemos policía y en sus cuerpos, bien pagados, se decide a quién secuestran. Coleccionamos ejércitos regulares y otros integrados por paramilitares dedicados a cuidar a las familias mafiosas que el poder controlan mientras hacen una limpia de pobres, emulando, quizá, al dictador Porfirio Díaz, a quien hoy los intelectuales a modo reivindican, quien en una entrevista justificando sus crímenes dijera: “que unos tienen buena sangre y otros mala y que él había matado a los que la tienen mala”, es decir: a los pobres. Lo que nos recordaba, entre otras cosas, en canal 22, la historiadora Patricia Galena, el día aniversario del centenario de la Revolución mexicana.

El evento, el único evento, dado el tránsito a la nada que sufre el país todo. Sin instituciones para enfrentar el futuro porque la estructura ética de las surgidas de a poco del proceso revolucionario ha sido desmantelada y suplida por una férrea estructura de corrupción a modo de un sistema que a la humanidad en la sangre de sus hijos asesinados ahoga. El evento conmemorativo de la fecha que marca los cien años del inicio de la Revolución mexicana debió ser un único acto conjunto de Ebrard y AMLO en el recién remozado monumento a la Revolución mexicana. Pero… Ebrard también es de derecha y AMLO tampoco es socialista y no deja de ser un sueño guajiro el esbozado en estas últimas letras de mi colaboración. Lo cierto es que la izquierda dividida una y otra vez será vencida por la derecha que sí ha entendido que “unida jamás será vencida”.

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