lunes, 1 de diciembre de 2008

Haiga sido como haiga sido... dos años van

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Segundo aniversario,
haiga sido como haiga sido
1 Diciembre 2008
• Atentos saludos
• La división azul...

Un optimista es aquél que dice que la botella, haiga sido como haiga sido… está medio llena, cuando en realidad está medio vacía.

El divertido D-day del (des)gobierno ante el CNSP con sus acuerdos whatever llegó con más pena (porque no tienen madre) que gloria para la foto de Felipe y los nulos resultados en el combate contra la organizada delincuencia, que se anota una goliza marca nomeolvides… y eso que apenas empieza el verdadero reventón.

Hoy, en el marco del segundo aniversario de un literal desmadre de gobierno —haciendo excelsos honores a ése sugestivo día de la atropellada protesta en la Toma de la Banda… presidencial en el Congreso—, encabezado por el michoacano y su inservible Gymboree, los revoltosos traviesos le envían atentos saludos con una cifra escalofriante de ejecutados (la friolera de 23 asesinatos en escasas ¡14 horas! en Tijuana) para recordarle que no tiene autoridad, mando y capacidad para enfrentar sus constantes y violentos desafíos. La realidad, my friend, decapitando al minuto el sonsonete presidencial que hace unos días reveló desparpajadamente (holy shit!) que una atractiva mitad es no recomendable mientras la otra, aunque no lo parezca, es… deleznable.

Segundo aniversario con la violencia incontenible, inundación espotera de simulados logros, cifras alegres y triunfalistas, una delicada crisis económica, impunes gasolinazos, espiral incontrolable en los precios —incluida la canasta básica—, perturbadora inflación, inexistente estado de derecho y caída libre en las cifras del empleo, mientras el barco de gran calado navega sin rumbo, brújula y con un descorazonado capitán.

La cereza devaluatoria de nuestra moneda sumada a la incontenible molestia de la cúpula empresarial bate la volátil mezcla en el interior del calderón encima del fuego lento que hoy inicia una entretenida etapa rumbo a la tormenta perfecta… que develará la novedad de que 2008 será un año promedio, ya que 2009 será una maravilla comparada con 2010.

Y para que se vayan midiendo las aguas de los camotes, Felipe advirtió, perdón, reconoció que en el próximo proceso electoral habrá momentos que propicien divergencias… o sea (u douchebags), discrepancias, inconformidades, diferencias y/o desacuerdos, yes? Quizá preparando el accidentado terreno (que recordará el polémico proceso de 2006), amable lector, para tratar de mantener leverage legislativo y en distintos ámbitos estatales, municipales donde habrá disputados comicios. Nada como ir previniendo al carismático adversario sobre las probables condiciones del ring electorero.

Uno de los indiscutibles logros de Calderón ha sido su suprema capacidad de dividir… a su partido. Sabiendo de las originales limitaciones de Germán Martínez, utilizado como grotesco mensajero, el inquilino de Los Pinos envió estupendo tubazo contra Manuel Espino (quien, hold your breath, dará mucho de qué hablar en esta ocurrente semana) solicitándole desalojar la sede de la ODCA, confirmando (que las incompatibilidades son directamente proporcionales al jaloneo amarillo) su mal ánimo sin detenerse a reflexionar del curiosito efecto dominó que sucederá en las entrañas blanquiazules.

Hoy, mi estimado, se inicia un tercer año bañado en desencanto, agravio, molestia, incertidumbre y desconfianza. El emblema para legitimar a este gobierno (de las manos limpias, of course) la mal llamada guerra contra el narcotráfico, es un absoluto y muy peligroso fracaso. El país en el caos y sin estrategia en el rumbo. Con un gabinete civil de chisguete, que aún presume frivolidades, inexperiencia e ineptitud, ocasiona que Felipe preocupe y, no se me confunda, ocupe a aquéllos que lo entronizaron.

Aquéllos que saben de la profundidad de las distintas crisis que, de no desarrollarse tácticas inmediatas, llevarán a México a una irreparable y muy seria debacle.
La misma que en Los Pinos subestiman. Que desde el poder (del no poder) evaden. Eluden. Maquillan. Y que tiene su delicado clímax, my friend, en las instantáneas sobre la colosal corrupción y la impunidad…

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