viernes, 29 de junio de 2012

Vamos por el Cambio Verdadero x Amlo

¡¡Exijamos lo Imposible!! 
Voto Util
Por: Santiago Pando

(Publicista de la campaña de Fox en el 2000, creador del slogan "ya ganamos").

En el 2000, fui el creador de la campaña de comunicación que a la postre ayudó a sacar al PRI de los Pinos. A 12 años de distancia, sigo creyendo que la gente no se equivocó aquel día. El que después Fox haya dado la espalda al despertar ciudadano, no desautoriza la gesta histórica: el PRI fue derrotado contundentemente por el voto de millones que se atrevieron a perder el miedo. La espontánea fiesta de celebración nacional fue la mejor prueba de ello, el corazón de la calle había derrotado al terror oficial.

Fox se traicionó a mismo primero y luego a gran parte de los que votamos por él, cosa que ahora queda manifiesta y confesa con su apoyo al viejo régimen (estoy de acuerdo con aquellos que dicen que en realidad el PRI nunca se fue).

Me han hecho responsable algunos, culpable otros, de haber creado la idea del famoso voto útil: mucha gente de izquierda, con la mejor intención, votó por el cambio prometido con tal de acabar con 71 años de dictadura. Desde entonces cargo esa piedra en la espalda. He preferido asumir la responsabilidad que sentir culpa. Y tan asumí la responsabilidad que al momento que Fox perdió el rumbo para caer en los brazos de los vicios del pasado, se lo reclamé a través de una carta publicada en el periódico Reforma. La única respuesta obtenida fue la injusta encarcelación de mi suegra meses después, y una persecución a mi familia que duró 4 años (en la misiva señalábamos precisamente que el cambio no se había dado, que las cosas eran igual que antes).

Desde mi óptica, aquel 2 de julio del 2000 empezó a brotar una conciencia ciudadana que se había gestado tiempo atrás, desde aquella masacre en Tlatelolco el 2 de octubre del 68. Y que fue creciendo con el temblor del 85, el fraude del 88 y con el levantamiento zapatista del 94. La lucha del despertar ciudadano se ha dado tanto en la izquierda como en la derecha. Heberto Castillo y Manuel Clouthier son dos ejemplos claros.

Fuimos millones los que en el 2000 votamos por Vicente para presidente y por Andrés Manuel para jefe de gobierno en el DF. Una masa crítica con visión periférica estaba naciendo por encima de las divisiones partidistas. En 2006 voté de nuevo por López Obrador, principalmente por la injusticia del desafuero, la cual denuncié en una segunda carta dirigida al presidente, y por la guerra sucia de la campaña del PAN que esparció temor por todo el país. Sembrar miedo es cosechar violencia, tal y como se ha demostrado en este sexenio de muerte y guerra.

En el 2009 anulé mi voto, al igual que el 6% de los votantes, en protesta a todos los partidos políticos: el PRI se había convertido en un monstruo de muchas cabezas.

Ahora en 2012, estamos ante la misma disyuntiva que en el 2000: ¿votar por miedo o con el corazón? Creo que ahora el voto útil, el del latido joven, se puede decantar hacia la izquierda, según muestran los simulacros en todas las Universidades. Impulso natural después del horror causado por el autoritarismo de la mano dura.

Hay que votar de corazón, sin miedo, porque a diferencia del 2000, hoy sí existe una masa crítica, #Yosoy132, que al estar por encima de los partidos políticos puede hacer contrapeso a cualquier intento de abuso del poder. De alguna manera, gracias a los jóvenes, se estaría instaurando el primer gobierno en red, no partidista, de participación ciudadana activa. Cambio de mirada: México nuevo faro de luz.

Voy a votar con el corazón, por el humanismo, la paz y la conciliación. Es hora de soltar la piedra que cargo desde hace años. Es tiempo que florezca, y de frutos, la conciencia colectiva sembrada con sangre en el 68.

(Tomado del muro de Cristy Valles

1 comentario:

Juan Riata dijo...

Esa es la creencia fantasiosa que el sistema nos quiso meter en la cabeza, funcionó para muchos mexicanos, la realidad es otra, para los que vivos de cerca las maniobras priistas demuestra lo contrario. Los comités estatales y municipales trabajaron abiertamente con este propósito, pasaron sus estructuras, los llamados votos duros a favor del PAN. Lo que interpreto con esto, es que había un acuerdo de las cúpulas empresariales y partidistas (PRI-PAN, sin no es que desde el Pentágono), que el engaño debería hacerse con el partido que comulga por los mismos intereses económicos del sistema neoliberal puesto en escena en nuestro país —¿Se acuerdan que decían que el PRI con Salinas había puesto en práctica las propuestas panistas? Pues allí está una prueba simple y contundente.
Para mi modo de ver las cosas esa es la realidad a menos que me demuestres con claridad lo contrarios.