¡¡Exijamos lo Imposible!!
Pase lo que pase
Laura Bolaños Cadena
En la encuesta de un distinguido columnista la pregunta a contestar era: ¿Qué partido no acepta la derrota? A lo que sin duda alguna respondí: el PRI en primer lugar, en segundo el PAN. En las elecciones de 1988 el PRI impuso descaradamente a Carlos Salinas pese al triunfo aplastante del ingeniero Cárdenas. El PAN se robó la Presidencia el 2006. O sea, el sistema, con una u otra de sus dos caras, no admite derrota.
Tengo la certeza absoluta de que ambos, esta vez representados por el PRI, no están dispuestos en forma alguna a soltar el poder. Han hecho de antemano y harán todo lo que esté a su alcance para impedir el ascenso de Andrés Manuel. Es mucho lo que está en juego y muchos los hilos que ellos manejan tras tantos años en el poder. Cómo van a soltar el monopolio del gran negocio llamado “México”. Y no lo harán mientras una fuerza mayor que la suya no consiga arrebatárselo.
Quienes estamos por otro proyecto de país: acabar con la corrupción, instaurar un verdadero Estado de Derecho; recuperar para los mexicanos la riqueza nacional; acabar con la pobreza, hacer realidad la educación para todos; recuperar la dignidad y la soberanía nacionales, debemos estar preparados para afrontar los resultados del domingo, sea cuales fueren.
Si lográramos el triunfo de Andrés Manuel
De haber sido capaces de movilizar al país de tal suerte que no les sea posible a los dueños del changarro evitar el triunfo del candidato del pueblo de México, habremos llegado apenas al punto de partida. El peor error sería volvernos a nuestras casas muy felices y satisfechos a esperar que el Mesías Salvador lo haga todo. Al contrario, sería el momento de trabajar en apoyo del gobernante progresista, pues tropezará con los mayores obstáculos a su gestión. Veamos lo que pasa en los países donde ha llegado al poder un gobernante patriota. Aún derrotados en el sentido de haber perdido el poder presidencial, los oligarcas son todavía los más fuertes y habría que ir combatiéndolos paso a paso y de manera constante. No van a abandonar sus posiciones sin lucha, que la harán de todas las formas posibles. Si bien pacífica, legal, nuestra respuesta debe ser contundente.
Los obstáculos a un buen gobierno serán de todo tipo, y uno de ellos, quizá el mayor, es la abulia, el desinterés de muchos mexicanos en la marcha del país. Esta forma de dejarnos gobernar pasiva a la que nos acostumbró el PRI; este fatalismo, la idea de que nada se puede hacer. Es decir, tenemos que trabajar para convertirnos en ciudadanos y dejar de ser obedientes súbditos.
En caso del triunfo de las fuerzas retrógradas
Que no está descartado ni mucho menos, tienen demasiados recursos, mañas y trampas para simular una victoria, y demasiados intereses que defender. Recuérdese que, además, cuentan con el apoyo de los EU, siempre enemigo de los gobiernos populares. Tenemos que estar dispuestos a enfrentar muchas circunstancias adversas, una batalla de semejante magnitud no se gana en un día. La democracia se construye por los ciudadanos, no se hace sola, y es tarea larga.
Ya Andrés Manuel nos ha puesto el ejemplo al no bajar banderas después del golpe de 2006, y trabajar seis años contra viento y marea para hacer crecer el movimiento opositor. Éste debe seguir construyéndose, tenemos que lograr la participación de cada vez más ciudadanos. El lapso entre una elección presidencial y otra no es un tiempo muerto sino el mejor espacio para la acción. La batalla está planteada desde ya y sigue. No podemos permitir que nos sigan gobernando como hasta ahora, ahora tienen que tomarnos en cuenta y aprender que ya no pueden hacer lo que les dé su gana. Que somos capaces de oponernos con éxito a sus iniciativas antipatrióticas; que ya no pueden seguir atropellándonos y violando nuestros derechos. Ahora nos tienen que tomar en cuenta.
Para esto no necesitamos levantarnos en armas. Es el tiempo de la lucha pacífica, de las iniciativas ciudadanas. Es el tiempo de la organización y de la unidad de los movimientos y las inconformidades. Es el tiempo de ejercer nuestros derechos. No más tolerancia a las arbitrariedades, no más tolerancia a autoridades abusivas y corruptas.
Hay mucho qué hacer en una u otra circunstancia; lo esencial es que los mexicanos no volvamos a ser pasivos.
1 comentario:
Dices que ni el PRI ni el PAN aceptan la derrota, pero más adelante expones que si no es AMLO Presidente es por un fraude no por voluntad popular. Eso es no saber aceptar la derrota, es ser un chillón.
Si gana tu candidato, festeja, aplaude y ayudalo para que gobierne bien; si pierde, acepta dignamente la derrota y ayuda al que sea ganador a gobernar bien. ¿Cómo hacerlo? Paga tus impuestos, no compres piratería, no aceptes ni des mordida, respesta a los demás, obedece las leyes, respesta la autoridad, ayudala a cumplir su trabajo y un largo etc. Verás que así no importa quién es Presidente, este país mejorará.
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