AICM: zona minada
Lilia Arellano
Estado de los ESTADOS
3 muertos y decenas de interrogantes
Denuncia el PAN operación electoral
Casa Monex
, centro de la distribución
Empiezan movimientos en la FEPADE
Juzgan al IFE por autorizar los celulares
“La Ley es poderosa, pero más poderosa es la necesidad”.- Johan Wolfgang Goethe
Pasaba el mediodía y en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de
México seguían las confusiones y el comportamiento poco normal de
quienes ahí laboran. La mayoría de los aviones provenientes del interior
de la República llevaron a los pasajeros a la llegada internacional. En
los pasillos se veían los rostros intranquilos de los empleados de las
aerolíneas. En la zona de salida los policías federales quienes de
rutina permanecen observando a los que cruzan esa área se encontraban
platicando entre ellos, con la miraba baja, señalando áreas sobre
documentos que tenían dispuestos en una mesa metálica de las plegables.
Las versiones circulaban en distintos sentidos aunque todas apuntaban a
sicarios vestidos de policías federales. La gran duda de todos se
centraba en el por qué la policía no había actuado de inmediato si la
terminal aérea cuenta con muchas cámaras, cuando se ha dicho y asegurado
en varias reuniones sobre seguridad que ahí se tienen que es imposible
que no detecten a quien, incluso, apenas va sacando un arma. Además de
esas instalaciones al interior están las exteriores apostadas en las
palmeras que rodean el Aeropuerto, en las zonas de desviación y en las
que sirven como entrada para dejar pasajeros que van a viajar, parte del
inmueble ésta en la que se encuentra, junto al estacionamiento, el área
de comida rápida, sitio en el que se suscitó la balacera.
Hasta el cierre de estas líneas, el reporte oficial señalaba que eran ya
tres los muertos. Dos de las víctimas perdieron la vida en el lugar y
uno más resultó herido por lo que fue trasladado al hospital en donde
falleció. Pese a que el hecho se registró pocos minutos después de las
ocho de la mañana, los reportes policíacos solamente con supuestos
empezaron a circular hasta pasadas las dos de la tarde. Primero se
reportó que se había cateado la casa de cambio Prodira y al local que se
encuentra junto y que está cerrado. Sin dar mayores explicaciones, el
Ministerio Público de la Federación ordenó el aseguramiento de esos
locales. Al entrevistar a los empleados de la casa de cambio señalaron
que entraron, inspeccionaron, quitaron las cámaras pero no les dijeron
si sus acciones estaban vinculadas con la balacera. Esta misma acción se
repitió en la sucursal que la misma casa de cambio tiene en León,
Guanajuato, en donde señalaron que ésta ya había sido investigada por
lavado de dinero.
Todos los videos con los que cuenta la administración del aeropuerto
fueron entregados a la PGR, lo cual también sorprendió a quienes tienen
locales rentados en el lugar ya que de siempre les han asegurado que
tales funciones, las de grabar todo lo que ahí sucede, están bajo la
responsabilidad de las autoridades federales, ya que la zona es federal y
es un punto estratégico para la seguridad nacional. En versiones de
quienes estuvieron en el área en donde se registraron los hechos, los
que dispararon también estaban uniformados e incluso uno de ellos remató
con varios tiros a uno de los que ya se encontraba tirado en el suelo.
Sobre la huída nadie se dio cuenta de cómo fue ya que la mayoría optó
por bajar la cabeza, por esconderse detrás de mostradores o cerrar los
ojos presas del pánico.
José Ramón Salinas, quien se desempeña como vocero de la Policía
Federal, informó después de las tres de la tarde, es decir 7 horas
después de la balacera, que posiblemente los asesinos son servidores
públicos que han sido investigados por el tráfico de drogas y que ya
identificaron el rostro de dos de los agresores. Sin embargo, esa
versión de que se trata de servidores públicos surgió del señalamiento
basado en las versiones de los locatarios del área de comida rápida, los
cuales aseveraron que el tiroteo fue entre policías. El vocero no quiso
dar nombres ni de las víctimas ni los de los rostros identificados con
la excusa muy escuchada “para no entorpecer las investigaciones”.
Solo que esto hizo que se molestaran muchos uniformados ya que en
principio se les prohibió usar el celular por lo que al darse a conocer
la noticia estaban ciertos de que sus familiares estaban muy inquietos.
Ahora que, en otra parte del reporte de Salinas advierte que los
fallecidos intentaron capturar en flagrancia a presuntos
narcotraficantes y, por ello, los agredieron ya que tal acción forma
parte de una investigación sobre el trasiego de la droga. También dijo
que las víctimas pertenecían a un área de investigación e inteligencia y
son muchos los que se preguntan si en ese equipo deben andar
uniformados o si precisamente lo delicado de su labor amerita la
incógnita.
Don José Ramón habló también de que “es una indagatoria que realizaba ya
la Policía Federal sobre una red de narcotráfico; ya se había detectado
a una de estas células, en este momento aún estamos definiendo si
trataban de ingresar droga hacia el aeropuerto para trasladarla en un
avión o si bien ya había llegado en un vuelo y esa droga iba a salir del
Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México”. O sea que en lenguaje
mucho más claro les dieron uno de esos llamados “pitazos” y ni sabían,
como nunca saben, si entraba o salía o para dónde iba, sobre todo si el
destino les era desconocido.
En el centro de todo esto están otras versiones, las de los taxistas
quienes incrédulos comentaban que era imposible que salieran con el
sanbenito de que no estaba claro si habían huido en un taxi amarillo o
en uno blanco, sobre todo por la ubicación de todas las cámaras. “Es el
control de la plaza lo que está en juego”, señalaron algunos; otros
hablaban de los contubernios y de la nula labor de inteligencia que ahí
se practica “no puede ser que ahora salgan con uniformados cuando por
ahí se pasean sospechosamente muchos civiles que luego se dicen policías
pero que ya no sabe uno a que bando pertenecen”.
Así las cosas, unos y otros de los entrevistados expresaban su confianza
en que este tipo de actos que solo tienen que ver con la delincuencia y
que es de la total responsabilidad del gobierno federal, no afectarán
el proceso político que se vive, aunque sí ya le dieron un buen bajón a
los ingresos de los locales de comida rápida que durante horas
permanecieron acordonados y por supuesto nadie vendió.
ENEMIGOS DE MEXICO
Sin duda alguna que la corrupción que reina en nuestro país es uno de
los peores enemigos y como se da en prácticamente todos los sectores
gubernamentales afecta a la educación, a la salud, a la vivienda, al
comercio, a las inversiones, al bolsillo de todos y cada uno de los
mexicanos que no pertenecen a esa clase elite que es la que le jala la
pata a la vaca. Sin embargo, otro que en estos momentos es mucho peor,
más dañino, que puede paralizarnos, es el miedo. La población no
denuncia por miedo. A través de correos, por la línea telefónica en el
radio, en pláticas refieren sobre la compra de votos.
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