Peña Nieto, la Biografía de un Presidente Virtual
(Segunda Parte)
Segunda parte de la biografía de Enrique Peña Nieto publicado en la edición especial “Los Aspirantes” de la revista Proceso. Consulta la primera parte aquí.
Jenaro Villamil
Algunos analistas consultados advierten que en el proceso de su propia sucesión radica la principal debilidad del mandatario mexiquense. En menos de 12 años de ascenso fulgurante en la política estatal y nacional, Peña Nieto no ha consolidado su propio equipo compacto.
Sus decisiones dependen, en buena medida, de lo que le aconsejan sus asesores directos, sus padrinos políticos, los aliados y los empresarios. En 2011 Peña Nieto operó en contra de la lógica del Grupo Atlacomulco y designó como su sucesor a Eruviel Avila, un político del Valle de México, dos veces alcalde de Ecatepec y más vinculado a Arturo Montiel que a Peña Nieto.
La designación de Eruviel Avila fue exitosa porque evitó el fantasma que ha acompañado a Peña Nieto durante toda su administración: una fractura al interior del PRI mexiquense que le arrebatara la gubernatura, con el apoyo de una alianza opositora PAN-PRD, y pusiera en riesgo su proyecto más ambicioso que es la candidatura presidencial para el 2012.
-¿Por qué eligen los grupos de poder a Peña Nieto? –se le pregunta a Rubén Mendoza Ayala, adversario del actual gobernador durante la campaña del 2005.
-Porque es maleable. Dime cuáles son sus logros. Los indicadores de empleo y de inseguridad en el Estado de México son terribles. A él lo ven como un buen administrador.
“Siempre lo sentí como un gerente que le administraba a Montiel. Lo entrenaron perfectamente para hablar ante los medios. Quítale las tarjetitas y no puede. Tiene que aprender las cosas de memoria. Creo que hay una mafia detrás de él muy fuerte”, advierte Mendoza Ayala, quien fue el candidato a vencer en el Estado de México hace seis años, cuando el PAN tenía las preferencias.
La Ortodoxia del Control
A pesar de su juventud, el proyecto político que encarna Enrique Peña Nieto es el retorno del viejo control priista. Durante su gobierno barrió con la oposición en 2009, recuperó la mayoría absoluta del Congreso local, impuso por “mayoriteo”, en septiembre de 2010, la llamada Ley Peña, una reforma constitucional para cerrarle el paso a las candidaturas comunes de la oposición, y promueve desde entonces, en el Congreso federal, una contrarreforma política para incluir la “cláusula de gobernabilidad” que le garantice al PRI una mayoría con el 40 por ciento de la votación.
Peña Nieto reiteró su oposición a las candidaturas independientes, la reelección legislativa y su apoyo a la cláusula de gobernabilidad, en un artículo reciente, publicado en El Universal el 18 de julio de 2011:
“Como lo he dicho anteriormente, la cláusula de gobernabilidad, que permitiría alcanzar la mayoría absoluta al partido que obtuviera una mayoría relativa de alrededor del 40 por ciento de la votación, es un mecanismo democrático viable para alcanzar mayorías parlamentarias. Otra opción, la más necesaria, sería eliminar la cláusula que limita la sobrerrepresentación del 8 por ciento en la Cámara de Diputados. En un contexto plenamente democrático, resulta absurdo poner un freno a la formación de mayorías.
“Estas y otras fórmulas para construir mayorías, como la reducción de los legisladores plurinominales, deberían de ser incorporadas al debate”.
Su menosprecio a las minorías políticas, su poca tolerancia a la crítica, su incomodidad ante la diversidad sexual o su indolencia ante la ola de feminicidios (más de 900 durante su gobierno), forman parte del bagaje conservador de Peña Nieto como político de la vieja guardia.
La empatía de Peña Nieto con la jerarquía religiosa y con los grupos más conservadores de la Iglesia católica es otra característica de su gobierno. Para el especialista Bernardo Barranco, “no es casual que sea un gobernador del Estado de México el que muestre su fervor religioso. El Grupo Atlacomulco siempre ha sido muy proclive al conservadurismo religioso”.
Peña Nieto estudió en la Universidad Panamericana, del Opus Dei. En su viaje a El Vaticano, en diciembre de 2009, el gobernador mexiquense se comprometió con el secretario general Tarcisio Bertone, a revisar la legislación estatal que despenaliza el aborto.
Testigos del encuentro, declararon a la agencia Notimex que Peña Nieto le informó a Bertone que el Congreso estatal revisa una posible reforma en la materia.
Su tesis de licenciatura en la Universidad Panamericana fue El Presidencialismo mexicano y Alvaro Obregón. En esta obra de 200 páginas, el futuro licenciado en Derecho no oculta su admiración por el jefe militar, triunfador de la Revolución, conocido como El Caudillo que dominó la política nacional hasta que fue asesinado por un fanático religioso, en 1928, después de reelegirse en la presidencia de la República.
Para Peña Nieto, Obregón fue “uno de los estadistas más audaces e inteligentes” y “un general mártir e invicto”. En la misma tesis, el gobernador mexiquense hace una extensa referencia al debate en el Constituyente de 1917 sobre el artículo tercero y el papel de la Iglesia. Los diputados moderados “apoyaban el derecho de la Iglesia o de cualquier persona, de establecer escuelas particulares”.
Vida Privada, Escándalos Acallados.
El episodio más dramático durante la gubernatura de Peña Nieto fue la muerte de su esposa, Mónica Pretelini, el 11 de enero de 2007. Desde que la noticia se divulgó hubo una serie de contradicciones que no dejaron claras las causas de la muerte de Pretelini.
Peña Nieto y Pretelini se conocieron durante la campaña a la gubernatura de Emilio Chuayfett, en 1993. Ella era presidenta de la Asociación de Colonos de Tecamachalco y él tesorero de la campaña. El 12 de febrero de 1994 contrajeron nupcias en la iglesia de Santa Teresita, en las Lomas de Chapultepec, y tuvieron tres hijos.
Durante la campaña electoral de Peña Nieto, Pretelini encabezó las redes de apoyo entre mujeres para su esposo. Quienes la conocieron recuerdan su eficacia en la labor proselitista. También subrayan que desde 2005 los rumores constantes de los amoríos extramaritales de Peña Nieto generaron varias escenas y disputas de celos entre la pareja.
Su muerte sorprendió al entorno personal y político del mandatario. No ayudaron las distintas versiones que se divulgaron sobre su fallecimiento. Primero, la Dirección General de Comunicación Social divulgó que la muerte fue producto de “un paro respiratorio”. El periódico Unomasuno divulgó la versión de que murió por “sobredosis de antidepresivos”, mientras que el doctor Paul Shkurovich Bialik, jefe de neurofisiología del Hospital ABC, afirmó que Pretelini “sufrió una crisis epiléptica que le ocasionó una arritmia cardiaca, lo que a su vez le provocó un paro respiratorio” (Proceso, 11 de enero 2007).
Los ex colaboradores y gente cercana a Pretelini declararon que nunca se enteraron de ningún tratamiento neurológico y menos que tuviera crisis de epilepsia.
La confusión llegó al propio Peña Nieto. Durante su entrevista con el periodista Jorge Ramos, en la cadena Univisión, en mayo de 2009, el gobernador mexiquense trastabilló al dar a conocer la versión.
-Gobernador, su esposa, ¿cómo murió? –le preguntó Ramos.
-Mira, pues en su momento se dio la explicación. Fue algo…intempestivamente. Ella llevaba dos años de tener alguna enfermedad…parecida a lo que era…se me fue el nombre de la enfermedad puntual.
-¿Epilepsia?
-Epilepsia, pero no era epilepsia exactamente, pero era algo parecido a la epilepsia. Lamentablemente, en algún momento, yo no estaba con ella, tuvo un ataque parecido a esto y lamentablemente perdió la vida. Y yo cuando la encontré en su momento en nuestra recámara pues ya estaba prácticamente muerta y el médico en su momento, y ahí está el parte médico, explicó ampliamente, con los términos médicos, cuál había sido la causa de su fallecimiento.
El video con este fragmento de la entrevista entre Jorge Ramos y Peña Nieto fue uno de los más vistos en Youtube.
La polémica revivió durante el debate del 10 de marzo de 2010, en la Cámara de Diputados, cuando se dio a conocer la firma del “pacto secreto” del gobierno de Peña Nieto con la administración de Felipe Calderón para que el PAN no realizara alianza electoral con el PRD en el Estado de México.
La diputada panista María Elena Pérez de Tejada, del Estado de México, provocó la furia de la bancada priista y peñista cuando señaló que el gobernador “está acusado de haber matado a su mujer”. Esta frase provocó que los priistas demandaran que fuera borrada del Diario de los Debates del Congreso.
Efectivamente, la frase desapareció, pero en las redes sociales la acusación peramence. En el buscador Google, existen 23,900 búsquedas ligadas a la frase “Enrique Peña Nieto mató a su esposa”.
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