Política cero
Jairo Calixto Albarrán
Todo es culpa del SME, dicen las mufas.
Desde ayer todo fue culpa del SME: de que Carlos Reinoso declarara que el resultado en Guadalajara era engañoso (sí, esperaban un 5-0), de que El Ojitos Meza dijera que la pasada había sido una semana horrible (horrible, Bejarano de vuelta), de la muerte de las alianzas del PAN y el PRD por las vías del levantón y la tortura ideológicas, incluso de los dichos del presidente del PAN, quien afirmó con no poca cursilería, que su alianza sería con la ciudadanía…
Después de estrangular en hora pico dos de las arterias más nutridas del Distrito Federal, con cientos de miles atrapados en aquel berenjenal mentándole la madre, el movimiento que atinadamente dirige Martín Esparza debe estar en sus niveles más bajos de popularidad, muy cerca de los gasolinazos y la narcoguerra de Jelipillo.
Y por supuesto, junto con las explosiones de las dichosas mufas, le achacarán al SME que el priista Francisco Rojas pida la restauración del estado de derecho que el PRIcámbrico temprano tuvo a bien de tratar como Carlos Fuentes dice que trata a las palabras cual putas.
Por supuesto, el SME, a través de su distinguido líder sindical, ha dicho que eso no es veldá, que todo es acreditable a los infiltrados y provocadores que comanda el señor Lozano, secretario del Trabajo, en nombre de una reforma laboral inspirada en las tiendas de raya del Porfiriato. Don Javier, mejor conocido en los bajos fondos de las cadenas de esclavitud tradicional como El copelas o cuellos, de inmediato recurrió al Twitter para anunciar que él es bueno, santo y puro, que él sabe de esquiroles, pero no de provocadores.
O sea, lo lógico; ni modo que este gran amigo del proletariado sin cabeza saliera a decir que sí, que todo estaba planeado para desacreditar a los electricistas y hacerlos quedar del nabo para que el pueblo bueno los considerara culpables hasta de que El Checo Pérez haya tenido un accidente en su segunda carrera en la Fórmula 1.
Lo malo es que cuando el gobierno federal veía cómo los bonos del SME se precipitaban luego de su fallida movilización (sólo a éste se le ocurre poner a parir chayotes a los chilangos de tan fea manera), aparece Calderón y sale con su pifia. De la misma manera en que sólo a él se le ocurre afirmar en medio del “Ya basta” y el “Estamos hasta la madre” que la guerra continúa, haiga sido como haiga sido, ahora sale y dice que Luz y Fuerza del Centro fue liquidada porque estorbaba al desarrollo del país. Sobre todo cuando a más de un año de la liquidación se ve tanto desarrollo en la patria como en San Fernando, Tamaulipas.
Digo, mejor hubiera liquidado algo un poquito más estorboso como la corrupción y la impunidad.
jairo.calixto@milenio.com
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