sábado, 5 de febrero de 2011

Vamos el mensajero no es culpable

¡¡Exijamos lo Imposible!!
¿Entonces pa que chingaos pusieron el alcoholímetro?
Por lerolico

Se supone que se reglamentó la instalación de un medidor de alcohol, para evitar que un borracho pendejo cause un accidente con su automóvil y gente inocente salga lastimada. ¿No es acaso un reconocimiento de la sociedad que los borrachos son un peligro real al volante? Por ese riego de peligro, fíjense bien, por tan solo la posibilidad de un accidente, los mandan a la cárcel. Las decisiones de un borracho al volante no son de ninguna manera iguales a las de una persona sobria. Al borracho embrutecido, lo que le importa es seguir tomando y sus reacciones instintivas pueden llegar a ser violentas si dentro de su personalidad hay problemas patológicos. Los borrachos agresivos pueden llegar al asesinato y al día siguiente, no acordarse de ello. Los borrachos agresivos, desequilibran la familia e inducen a que su esposa e hijos se tornen neuróticos. Hay violencia interfamiliar. Las prioridades de un borracho vicioso son, primero el alcohol, segundo el alcohol y al último las responsabilidades. Es por eso que un borracho al volante, lo menos que siente es la responsabilidad que implica un accidente.

Los cuarteles del ejercito y de las policías, están llenos de borrachos viciosos y violentos, de ahí que incurran fácilmente en el asesinato y el abuso de la gente: no sienten responsabilidad alguna. ¿Como es posible que a un borracho al volante se le meta a la cárcel solamente por la posibilidad de tener un accidente, y en los cuarteles se permitan como dirigentes a jefes borrachos?. No se puede alegar que es un asunto personal, el que una persona sea borracha viciosa y conduzca un automóvil, o en su caso, tome decisiones en una dependencia del ejercito o gobierno de amplísima responsabilidad. Si la sociedad decidió que el alcoholímetro se aplique a los automovilistas ¿Por qué no se aplica por igual, la prueba de alcohol, a los jefes de oficinas publicas, donde se incluya desde jefes de limpia hasta la presidencia de la republica? No creo que perdamos nada con ello.

Ahora estoy viendo a mucha gente rasgándose las vestiduras porque el diputado Fernández Noroña hizo en la cámara de diputados, una pregunta clara y concreta:

¿Tú dejarías conducir a un borracho tu auto?
¿No verdad?
¿Y por qué lo dejas conducir al país?

La gran mayoría de comentaristas sacrificó al mensajero y se olvidó del mensaje. Esto es propio de los bárbaros, cuando creen que el mensajero es de mal agüero. ¿Pero, y la respuesta a la pregunta donde está? En realidad el diputado Fernández Noroña está fungiendo como el alcoholímetro de la nación. Y resulta que el principal implicado en la pregunta ha permanecido callado, otorgando la razón al diputado. Pero, como es propio de los borrachos incontrolables, quien conduce al país le vale y no siente responsabilidad alguna en responder. Antes al contrario, de seguro, el FeliPillo CuleRón, destapó una botella de coñac y brindó a nuestra salud hasta perder la conciencia.

Creo que sí es problema personal, el que FECAL sea un borracho consuetudinario, pero es un problema personal de cada uno de nosotros por permitir que un borracho incontrolable conduzca a México, a sabiendas de su irresponsabilidad. Al final, el problema somos nosotros por permitir que una manada de borrachos gobierne al país. ¿O, todavía tenemos la duda de que comentaristas de medios, periodistas, gobernadores, alcaldes, lideres religiosos y civiles, generales y jefes de policía, y dirigentes de partidos políticos sean igual, o peor, de pedotes que el Felipe Calderón?

La valiente denuncia del diputado Fernández Noroña es para mi, un reproche a nuestra pasividad y conformismo. Quien denosta al diputado Fernández Noroña debe mirarse en el espejo y preguntarse ¿No seré un pedote más de FECAL?.

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