EDITORIAL
Lunes 02, marzo del año 2009
Del perdido combate a las drogas .
El Gobierno, o para decirlo de manera más precisa, el señor Calderón Hinojosa, quien de facto es el Presidente de México; y además fue quien le declaró la guerra a la delincuencia organizada, no puede pretender seguir gobernando con spots, declaraciones y más promesas.
De spots los ciudadanos comienzan a estar hartos. Las mentiras seguirán siendo mentiras aunque las repitan 23 millones de veces. Sin omitir que involucrar a infantes para que convenzan a los votantes de que las Instituciones encargadas de la Democracia luchan por hacerla crecer, resulta absolutamente patético.
Y sobre todo después de lo que pretendieron hacer los Consejeros Electorales al pretender aumentarse los sueldos de manera tan “legalmente oprobiosa”. Pues con lo que hicieron, de paso acabaron con la poca esperanza que le quedaba a la gente de vivir dentro de una Democracia.
Cabiendo comentar que la democracia no crece, como dicen las malas lenguas llenas de mentiras; ni tampoco disminuye. La Democracia es o no es. Punto. Es decir, o se obedece la voluntad del Pueblo, o no se obedece.
Por lo que pensar que en nuestro México la voluntad del Pueblo es la que prevalece, o sea, que la opinión de los mexicanos es la que toma en cuenta el Gobierno para llevarla a cabo, es vivir una irrealidad que hasta pudiera considerarse patológica.
Y como si los problemas que tenemos no fueran más que suficientes, para colmo de males, así, también patológicas, se comienzan a considerar las actitudes y declaraciones de don Felipe Calderón.
A quien no pocos ya ven igual, o cuando menos parecido, a su antecesor, es decir, con serios problemas de conducta. Lo que de ser cierto o no, de todas manera no augura nada bueno.
Pero al paso que va don Felipe, no tardará mucho en decirse incomprendido; que es el recurso más socorrido al que acuden precisamente quienes no se comprenden a sí mismos.
Pero es necesario que se entienda que la guerra contra el narcotráfico está perdida. Y que la tendencia mundial va encaminada a despenalizar el uso de las drogas. Eso es una realidad.
Por lo que ir en contra de ello no parece ser una decisión adecuada. O para decirlo más claramente, es querer tapar el Sol con un dedo.
El que en los dos primeros meses del año la cifra de ejecutados haya sido de mil ciento trece, avala lo dicho.
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