lunes, 30 de marzo de 2009

El País es un tren totalmente descarrilado

¡¡Exijamos lo Imposible!!
El tren de Calderón
Por Morfo
30 de Marzo, 200

"El tren se dirige hacia un futuro luminoso. Lo conduce Lenin. De pronto: se detiene, se han acabado las vías. Lenin apela a la gente pidiendo que trabaje horas extras los sábados; se colocan las vías y el tren puede continuar su viaje. Después se pone a conducirlo Stalin. Y también se acaban las vías. Stalin manda a fusilar a la mitad de los revisores y los pasajeros y ordena a los demás a colocar vías nuevas. El tren se pone en marcha. Jruschov sustituye a Stalin y cuando se acaban las vías ordena desmontar las vías que han dejado atrás y colocarlas delante de la locomotora. Jruschov es sustituido por Brezhnev. Cuando vuelven a acabarse las vías Brezhnev dispone que se corran las cortinas de las ventanillas y que se balanceen los vagones de tal manera que los pasajeros crean que el tren continua en marcha".

Así Yuri Borev describe la situación de la nación rusa, sin embargo este ejemplo de simulación de estado aplica perfectamente al estado mexicano. Estamos en un vagón con las corinas cerradas que es balanceado por personal militar policiaco y de buró para que den la impresión a los que vamos dentro de que este tren descarrilado está en marcha a pesar de que todas las evidencias confirman lo contrario.

La oleada de consultas extranjeras continúa, esta vez en ultramar, donde la Reina no quiso salir de su palaciego terruño y mandó (¿exigió?) la presencia de ese mexicano que está en boca de todos; y no por sus buenos oficios, al contrario. Ningún asunto importante se ha tratado en las visitas de los dignatarios extranjeros, nada ha sido en beneficio de la gente de a pie; pareciera que los estados extranjeros fuesen rapiñeros en busca de los despojos de un país que se pudre en una guerra intestina entre la ingobernabilidad y el narcotráfico. Muchos de esos países tienen intereses en México, intereses que han visto en peligro y que no están dispuestos perderlos por un estado debilitado; algo tenían que hacer y parece que ya lo están haciendo. Alguien está siendo regañado desde las más altas esferas del poder internacional.

El tren está detenido. Sus vías desde hace muchos años se han agotado, no hay maquinista y los que estamos dentro del vagón nos asfixiamos por orden de lo que se presume como la autoridad. Tratar de salir de esa trampa se declara como un acto antipatriota, según ellos, debemos saber aguantar sin cuestionar, resignarse, asumir que todo va bien, que el tren marcha, que van ganando, que las vías se están tendiendo cuando ni siquiera hay metal para fabricarlas. México es un tren descarrillado, oxidado, sin máquina, con millones de ocupantes que escapan por agujeros, ventanas rotas; con una pandilla de extraños esperando hacerse del cascarón que resulté del abandono. Mientras dentro ocurre un gran pleito que deriva en muchos muertos mientras que las fuerzas del orden están fuera, moviendo el vagón, simulando que todos vamos en marcha.

Comentarios: morfosdp@gmail.com

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