La revolución económica mundial

¡¡Exijamos lo Imposible!!

Cambian paradigmas
04 de Noviembre 2008

Francisco Rodríguez

Indice Político

Para doña Irma Rodríguez, con cariño

Atestiguamos cambios históricos. Con Barack Obama inicia un nuevo ciclo planetario. Y es que el candidato demócrata a la presidencia de EU no es sólo un fenómeno electoral. Tampoco mediático. Ni es un "golpe de suerte". Ni ganará hoy porque es negro. No. Nada de eso.

Obama encarna una nueva realidad. Significa la evidencia más clara de que las bases políticas de los Estados Unidos se estremecen y desplazan hacia una nueva era sin que muchos se hayan percatado del fenómeno.

Obama es el resultado directo de la gran revolución del Conocimiento y de la Cibernética, misma que propicia nuevos paradigmas políticos. De hecho, Obama ha sido el primer político en el mundo en utilizar en forma masiva los recursos de Internet para una campaña electoral, frente a un contendiente republicano que, orondo, ha confesado no saber usar una computadora.

Sin que ahí mismo lo percibieran del todo, en Estados Unidos ya venían ejerciendo las riendas de la revolución económica mundial. Y también vienen ensayando la revolución social, al ser una sociedad cada día más tolerante y respetuosa de la diversidad (es el país más multicultural del mundo). Sólo les faltaba conquistar, por el efecto dominó, la revolución política.

Y es cuando Obama irrumpe en las calles sentenciando que la "mayoría de los americanos están hartos de la zona muerta en la que se ha convertido la política", y aclara que le "molestan las políticas que favorecen a los ricos y poderosos y no al americano medio… me cuesta librarme –dice- de la sensación de que algo va muy mal en nuestra democracia".

Es probable que Obama quizás tenga muchas dificultades en el manejo de la economía, que, de hecho, ya entró en una etapa recesiva a raíz del Crash Financiero que sobrevino a la excesiva teoría liberal del "dejar hacer, dejar pasar", típico de los republicanos y capitalistas conservadores.

Porque también en las finanzas mundiales se avizora un cambio de paradigmas. No está claro cuál va a ser el modelo bancario del Siglo XXI, pero que va a ser diferente del de los últimos 20 años es un hecho. Hasta ahora nos encontrábamos con unas fábricas de productos (bancos de inversión), que al mismo tiempo eran distribuidores de esos mismos productos a sus clientes internos y externos y además aconsejaban a los mismos invertir en ellos.

Pero los excesos que se produjeron, y que han llevado a la situación actual, han provocado un rechazo de ese modelo y están produciendo un cambio acelerado. Los reguladores americanos han sido relativamente laxos en el control de esos conflictos de interés, pero parece que tienen claro el poner las reglas para que no vuelvan a producirse.

Estamos en un proceso recesivo, aunque los datos económicos estrictos no lo hayan reflejado aún en la economía de EU. La realidad es que el desempleo se ha disparado, las nuevas inversiones en capital se han pospuesto y el consumidor ha dejado de consumir. Es muy posible que la crisis económica dure un tiempo largo, aunque la crisis financiera termine algo antes.

Lo bueno, en todo caso, es que esta recesión va a alejar el fantasma de la inflación mundial producida por el alza de las materias primas, y va a permitir bajas de los tipos de interés en el corto plazo.

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