Martí Batres Guadarrama
Objeciones de la Memoria
25 noviembre 2008
Gobierno legítimo, dos años
Gobierno legítimo, dos años
El domingo 23 de noviembre pasado, Andrés Manuel López Obrador rindió su segundo informe como Presidente legítimo de México, después de una concurrida marcha por avenida Reforma que culminó frente a Bellas Artes. Como en otras ocasiones, lo acompañaron múltiples personalidades de la política y la cultura.
Estaban diputados federales como Javier González Garza, doña Rosario Ibarra, Layda Sansores, Ramón Pacheco y José Antonio Almazán. Los senadores Ricardo Cantú (PT), Dante Delgado, fundador y dirigente de Convergencia. Alejandro Encinas y los ex presidentes del PRD-DF, Ricardo Ruiz, Agustín Guerrero y la actual, Alejandra Barrales. Diputados locales del DF como Sergio Ávila, Tomás Torres y Humberto Morgan. Numerosos intelectuales como el politólogo Arnaldo Córdova, la escritora Laura Esquivel, Antonio Gershenson, Luis Javier Garrido y Luis Linares, entre otros.
Por supuesto, a contrapelo de lo reiterado en el discurso oficialista, decenas de miles de personas. La caminata fue festiva. “Nuevamente lo hicimos”, decían muchos, conscientes de la importancia de este movimiento.
El gobierno legítimo escribe una de las páginas más interesantes de la resistencia civil en América Latina. No tiene recursos, medios, ni aparato. Sí tiene millones de representantes en todo el país y la capacidad para reunirlos. Tiene información, organización, actividad, iniciativas. Pero sobre todo, cercanía con la gente. Es la lealtad popular, su convicción, lo que ha sostenido al gobierno legítimo estos dos intensos y difíciles años.
Vale subrayar que ha sido referente de las grandes movilizaciones contra el fraude electoral en 2006, las de la Convención Nacional Democrática en 2007 y de las luchas contra la privatización del petróleo en 2008.
Pero sobre todo, subrayo, el gobierno legítimo es la verdadera oposición del país ante tanta inconformidad, injusticia, abuso de poder y desigualdad social. Con AMLO encabezando este esfuerzo, la oposición ya se trasladó al terreno de la sociedad civil.
Esto lo afirman hasta articulistas críticos de AMLO, como Martín Moreno. Escribió en Excélsior, el pasado 23 de octubre: “En voz baja, entre susurros, en público y en privado, cada vez es más frecuente escuchar la siguiente frase: ‘El Presidente está en Los Pinos… quien manda está en las calles …(…)’ Las pruebas del poderío lopezobradorista están a la vista: (…) Quería a Luis Carlos Ugalde fuera del IFE. Y lo logró. (…) hoy queda claro que la última (elección presidencial) está manchada por la duda, al haber más de 350 mil votos irregulares que, o bien pudieron ampliar la diferencia en el triunfo de Calderón o también le hubieran dado la Presidencia a AMLO (…) Los triunfos de AMLO están en el IFE, en la reforma energética… y en la seguridad”.
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