¡¡Exijamos lo Imposible!!Téllez en su laberinto
24 Noviembre 2008
24 Noviembre 2008
Francisco Rodríguez
Indice Político
HACE DOS AÑOS le daba cuenta de las ambiciones de Luis Téllez Kuenzler. Pedía al señor Felipe Calderón que lo integrara en su gabinete de trabajo como secretario de Hacienda o de Relaciones Exteriores. No aceptaría ninguna otra cartera. Finalmente, los intereses por él representados se “conformaron” con la de Comunicaciones y Transportes.
Tal conformismo, empero, es en calidad de mientras. Sabido es que Téllez sigue buscando reemplazar a Agustín Carstens en el manejo de las finanzas públicas.
Pero, al parecer, no es muy ducho en el manejo de dineros públicos. En este espacio le he platicado también del subejercicio presupuestal que esta dependencia del Ejecutivo arrastró en el 2007 y ahora en el 2008, lo que resulta criminal tratándose de un área estratégica. No gastar lo ordenado por la Cámara de Diputados en obras carreteras, por ejemplo, choca contra toda lógica, aunque tal pareciera ir de la mano con el desgano que el ex jefe de la oficina de la Presidencia de Ernesto Zedillo asumió el encargo que le confiriera su nuevo jefe.
Téllez, empero, se revitalizó la noche del 4 de noviembre. Asumió no sólo el control de las investigaciones en torno al desplome del avión que fuera de la Secretaría de Gobernación, dejando en un segundo plano a la PGR, sino también la vocería de la Administración, al ser el único que ha dado cara a la opinión pública detallando pormenores que a muchos parecen manipulados. Cosas que son de la falta de credibilidad generalizada en los actores políticos.
La incredulidad, empero, se sustenta en bases sólidas. Más allá de los guiones leídos ante cámaras y micrófonos, el lenguaje corporal de Téllez -dicen expertos— no concuerda con sus palabras. La mirada huidiza desmiente sus estentóreos asertos.
Y hay contradicciones. Habló en una primera instancia de que los resultados de la investigación se conocerían once meses después del avionazo. A los pocos días, tras la grosera intervención del procónsul Garza, salió a presentar conclusiones anticipadas que muestran a los pilotos cuales responsables o hasta culpables de la tragedia.
En pocos días, Luis Téllez se ha enemistado con buena parte de los integrantes del sector que titula.
Con el gremio de los pilotos de aviación, para empezar, quienes a través de su vocero dan fe de las capacidades de quienes esa tarde tripulaban el XC-VMC que se desplomó a tierra, sin que aún se sepan las causas.
También con los controladores aéreos quienes, la semana anterior, lo desconocieron como interlocutor. Tras meses de intentos de acercamiento -estorbados por los intereses del director de la empresa SENEAM para la que prestan sus servicios—, han decidido hablar únicamente con el señor Calderón, para que se cumplan las condiciones de seguridad que, por presuntos actos corruptos, se han soslayado.
Y ahora también Téllez se ha peleado con la lógica. Como investigador ha designado al nuevo director de Aeropuertos y Servicios Auxiliares -quien sólo ha estado en sus oficinas una ocasión, para presentarse—, hasta hace unas semanas director de Aeronáutica Civil o encargado de evitar que sucediera todo lo que ahora denuncia el titular de SCT.
Tras todo esto hay mano negra. La del ex subsecretario Manuel Rodríguez Arregui, quien -dicen— mece la cuna de Téllez.
Y Rodríguez Arregui representa los intereses de Roberto Hernández (ex Banamex) en el sector.
Téllez y su laberinto.
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