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Encinas renuncia a la secretaría general del PRD; se queda en el partido
Por Redacción SDP
Encinas no se va del Partido de la Revolución Democrática. Esta fue el primer anuncio que hizo Alejandro Encinas en su conferencia de prensa. “No nos vamos porque por este partido han ofrendado su vida más de 600 compañeros”.

Tampoco nos vamos “porque no les vamos a dejar el partido” a Los Chuchos. Vamos a dar la pelea desde dentro, dijo. No podemos romper, añadió, porque somos la mayoría, la minoría, sugirió, son Los Chuchos.

Segunda decisión, convocó Encinas a formar un amplio frente de militantes del PRD. “Este movimiento será la expresión partidaria más cercana” al movimiento de Andrés Manuel López Obrador.

El movimiento de Encinas promoverá la formación política de los militantes del PRD, de tal forma de defender un proyecto político de izquierda y crear un frente nacional de las izquierdas para consolidar una estructura territorial nacional propia.

El Movimiento por la Renovación del PRD tomará en cuenta a todos los militantes del partido. “Se trata de rescatar y construir un partido democrático, plural, que ponga en el centro de su atención la construcción de una cultura democrática”.

Tercera decisión: “En estos días hemos tenido un muy intenso debate. Ha costado mucho trabajao convencer a muchos compañeros que no se vayan del partido. Exhorto a que nadie se vaya del PRD y demos la lucha” interna”.

Sobre aceptar o no la Secretaría General, hay quienes con honestidad me piden que la acepte, dijo Encinas. “Y hay quienes nos han planteado que no la aceptemos porque sería convalidar” el Chuchinero.

He asumido una decisión “estrictamente personal”: renunció a la Secretaría General del PRD. Por dos cuestiones: “No nos ganaron”. El gobierno ha decidido imponer una dirigencia al PRD. “Este es un golpe del Estado autoritario”.

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Por Federico Arreola

Encinas, en plan grande, empequeñeció aún más a Chucho

El diario de la derecha, Reforma, a veces hace muy buen trabajo. Este martes lo hizo. Transmitió completo, por internet, el discurso en el que, muy emocionado, Alejandro Encinas rechazó ocupar la secretaría general del PRD.

Encinas no aceptó este cargo para no convalidar el fraude electoral del que se valieron Los Chuchos para llevar a la dirigencia de ese partido a Jesús Ortega.
Si Encinas hubiera cedido a las presiones de quienes deseaban verlo como el segundo hombre en la estructura burocrática del Partido de la Revolución Democrática, detrás de Ortega, se habría convertido en cómplice no sólo del “Chuchinero”, sino también del gobierno federal que claramente operó para que Chucho se quedara, a la mala, con la victoria.

Alejandro Encinas probó que no es de los que comen mierda. En el PRD las heces quedaron como platillo exclusivo para el pútrido paladar de Jesús Ortega.

Pero Encinas no se va del PRD. Seguirá dando la pelea, desde el interior del partido, por consolidar la democracia mexicana. Al mismo tiempo, anunció que creará un movimiento de militantes perredistas para renovar a este instituto político.

No lo dijo así Encinas, pero su tarea será la del fumigador que intentará desinfectar la porquería que Los Chuchos van a dejar regada en cada rincón de la presidencia del PRD.

Me gustó, y mucho, el discurso de Encinas. El ex jefe de Gobierno de la Ciudad de México se vio como un verdadero líder de izquierda.

Y, aunque las comparaciones son odiosas, mientras escuchaba a Alejandro Encinas, no pude dejar de pensar en Ortega: qué pequeño es Chucho, y qué tonto.

Ya nadie podrá sacarlo del basurero de la historia.