¿Quién viola el código de ética?
Montserrat Bacardí Gascón
Violar el código de ética, falta de probidad, moral inaceptable son algunas de las calificaciones que hemos venido escuchando en esta sociedad por parte de quienes tienen el poder. Patrones o empleadores, mandatarios o poderosos las utilizan para expulsar a individuos de grupos, despedir del trabajo y descalificar a los individuos que se esfuerzan para que se transparente la vida pública o las acciones de las instituciones, etc. Como es posible que un país que ocupa los primeros lugares en las listas de corrupción, que precisamente están basadas en la corrupción del gobierno y su burocracia, utilice la violación de códigos de ética como excusa para hacer despedir a alguien. ¿Acaso se argumenta lo que menos se tiene?
Como que no podemos preguntar si el presidente de la República es alcohólico, o tiene alguna discapacidad que le dificulte tomar decisiones. ¿También será que se ofenden por los atributos que si tiene?
El presidente de un país toma decisiones que afectan a cada ciudadano. Cuando operaron de la espalda a Fox se dio información de su estado de salud, cuando dispararon a Reagan todo el mundo estaba pendiente de la evolución de su salud. Y existen mecanismos en los países que permiten sustituir las decisiones primordiales que toma un presidente durante un periodo temporal o definitivo. Incluso en el caso de Juan Pablo II que era representante de una institución piramidal, en la que sus representados lo son por acto de fe, en sus últimos años hubo comunicados sobre su capacidad para poder dirigir la iglesia. Hay documentos que indican que el Papa reflexionó sobre la posibilidad de renunciar.
Incluso en las instituciones no democráticas, el estado de salud de un líder debe ser explicado con claridad y precisión como lo demandó Carmen Aristegui.
Puedo entender que algunas personas y grupos de interés opinen lo contrario por su visión autoritaria y elitista que considera a los ciudadanos plebeyos, o de segunda clase, o inmaduros que no están capacitados, o no tienen el derecho de conocer mas allá de lo que el poder determine. Esta es la perspectiva de quienes son conservadores en política. Ya que son los que desean preservar el hecho de que las decisiones de poder las toman una minoría. Detrás de esa falta de transparencia existen intereses que incentivan la corrupción y favorecen obscuros intereses de políticos y empresarios.
Como que no podemos preguntar si el presidente de la República es alcohólico, o tiene alguna discapacidad que le dificulte tomar decisiones. ¿También será que se ofenden por los atributos que si tiene?
El presidente de un país toma decisiones que afectan a cada ciudadano. Cuando operaron de la espalda a Fox se dio información de su estado de salud, cuando dispararon a Reagan todo el mundo estaba pendiente de la evolución de su salud. Y existen mecanismos en los países que permiten sustituir las decisiones primordiales que toma un presidente durante un periodo temporal o definitivo. Incluso en el caso de Juan Pablo II que era representante de una institución piramidal, en la que sus representados lo son por acto de fe, en sus últimos años hubo comunicados sobre su capacidad para poder dirigir la iglesia. Hay documentos que indican que el Papa reflexionó sobre la posibilidad de renunciar.
Incluso en las instituciones no democráticas, el estado de salud de un líder debe ser explicado con claridad y precisión como lo demandó Carmen Aristegui.
Puedo entender que algunas personas y grupos de interés opinen lo contrario por su visión autoritaria y elitista que considera a los ciudadanos plebeyos, o de segunda clase, o inmaduros que no están capacitados, o no tienen el derecho de conocer mas allá de lo que el poder determine. Esta es la perspectiva de quienes son conservadores en política. Ya que son los que desean preservar el hecho de que las decisiones de poder las toman una minoría. Detrás de esa falta de transparencia existen intereses que incentivan la corrupción y favorecen obscuros intereses de políticos y empresarios.
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