viernes, 4 de febrero de 2011

Una elección donde todos picotean

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Peña Nieto a Calderón
que se abstenga electoralmente
Álvaro Cepeda Neri

No hay duda que, aparte de la sonorense, hay dos administraciones y gobiernos en el desastre, el Estado de México y la capital del país. Aun así, sus desatados aspirantes a las candidaturas presidenciales, Peña Nieto y Ebrard Casaubón, insisten en presentarse como octavas maravillas, dispuestos a sacrificarse para resolver los problemas nacionales, cuando no han solucionado los de sus entidades. Si “por su sobras los conoceréis”, ninguno de los dos merece ni ser suspirante, máxime que para tapar el hoyo negro de la década panista, se necesita un político con tamaños de estadista, ya que nacionalmente nos ahogamos en una crisis general de estancamiento económico (con más de 50 millones de pobres), nula producción del campo y creciente desempleo.

Los 10 años del Partido Acción Nacional dejaron su marca en todos los sectores: sangrienta inseguridad y cadáveres amontonados por la inactividad de gobernadores, presidentes municipales y la fallida estrategia calderonista que continuó los errores del foxismo, llevando a mayor barbarie lo dejado, sobre todo, por el salinato. Por todo el país hay colgados, decapitados y encuentros de militares y policías federales con los matones de la delincuencia organizada que, a pesar de sus bajas y desmantelamientos, confiscación de millones de dólares, captura de sus cabecillas, etcétera, son cada vez más virulentos, sembrando tragedias familiares en todos los bandos. Y entre los 40 mil (de los que se saben, pues se calcula que son más de 100 mil) homicidios, hay mexicanos ajenos a esa guerra de todos contra todos (y que si Thomas Hobbes viviera, apenas creería que su hipótesis es una realidad, como lo plantea en su obra magna El Leviatán).

No obstante eso, hierven desbordadas las ansias electorales. Hace cuatro años, tras el fracaso de Calderón, se empezó a debatir la sucesión presidencial. Y en su cuarto año, el escondido en su búnker pareciera que está por irse (si el periodo presidencial, como se propone, fuera de tal lapso), y que las elecciones fueran este 1 domingo de julio, cuando serán el año próximo. En ese contexto, ahora que Calderón y Peña Nieto inauguraron un hospital, éste le advirtió al primero que no se meta en los procesos electorales y saque las manos de la elección de candidatos para la sucesión peñanietista.

Como en el título del filme Mira quién habla, el galán de Televisa, alias el Copetes, recriminó a Calderón lo que ambos hacen: inmiscuirse en ese proceso electoral donde hasta Ebrard interviene. Ninguno dejará de meterse en lo que no le importa, pues si Peña Nieto pierde, no deja heredero y caería en las preferencias de Televisa para la Presidencia; y si gana apretadamente, sale muy raspado. Calderón no quiere perder la cancha mexiquense, aunque si puede hasta sella su alianza (coalición) con sus enemigos del Partido de la Revolución Democrática, si es que el perredismo de López Obrador lo permite y donde éste se juega también su futuro inmediato junto con Ebrard. ¿Qué no se meta Calderón? Es como suponer que Peña no está interviniendo y con todo el poder y dinero para el fraude… y copeteado.

No hay comentarios: