¡¡Exijamos lo Imposible!!
Salida falsa
Lilia Arellano
Estado de los ESTADOS
Propuesta del PRI beneficia a potentados
Gravar alimentos pega a los trabajadores
¿Y el régimen de consolidación fiscal…?
Mexicanos descobijados y sin pensiones
Se extiende la violencia en toda la Nación
“Se dice que las nuevas generaciones serán difíciles de gobernar. Así lo espero”.- Alain
Mucho cuidado debemos tener los contribuyentes mexicanos en los próximos días, pues en el Congreso ya se cocina otra reforma fiscal que será utilizada como moneda de cambio por parte de las dirigencias de los partidos políticos PAN, PRI y PRD, con miras a lograr un mejor posicionamiento para la elección presidencial del 2012, donde ya están ubicados en los carriles de arranque los priístas Enrique Peña Nieto y Manlio Fabio Beltrones; por el PAN, el secretario de Hacienda y Crédito Público, Ernesto Cordero; por el “Sol Azteca”, el jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard; y por la libre y con el apoyo del PT y Convergencia y un amplio movimiento popular, el principal dirigente opositor, Andrés Manuel López Obrador, cuyas aspiraciones serán alimentadas o reducidas durante este periodo ordinario de sesiones en ambas cámaras legislativas.
El primer tema a discutir y que habrá de medirle el agua a los camotes es el de los impuestos y las nuevas formas que se habrán de instrumentar para exprimir, aún más, a los causantes cautivos. Hay que observar, con mucho cuidado, la tramposa propuesta que trae bajo el brazo el senador sonorense y aspirante presidencial, Manlio Fabio Beltrones, pues es una iniciativa que busca una salida falsa al proponer gravar alimentos y medicinas, y que están apoyando y promoviendo, por así convenir a sus abultados intereses económicos, los organismos cúpula de la iniciativa privada del país como la Concanaco-Servytur, cuyo dirigente Jorge Dávila está respaldando la propuesta del coordinador de la bancada priísta en la Cámara alta, porque se sustenta en medidas que la iniciativa privada ha estado planteando.
Sobre el particular, no hay que pasar por alto que el punto y la debilidad del sistema tributario mexicano son los regímenes preferenciales que existen para que las grandes empresas eludan una cantidad muy importante de impuestos. Como lo ha advertido en diferentes ocasiones el diputado del PT, Mario Di Costanzo, el proponer gravar alimentos y medicinas es nuevamente buscar la salida falsa, pues la recaudación tributaria no se va a incrementar gravándole más a quien ya paga actualmente. La propuesta beltronista, de lograr aprobarse en el Congreso, va a pegar durísimo a los bolsillos de los mexicanos, pues no hay que olvidar que en nuestro país, el ciudadano promedio gasta el 35 por ciento de su ingreso en alimentos.
Ese enorme porcentaje de trabajadores mexicanos, al igual que todos los demás, verán afectado sus ingresos familiares y su poder adquisitivo, pues estaría pagando un 12 por ciento en alimentos y medicinas, ante un escenario en el cual su calidad de vida se ha venido deteriorando a pasos agigantados en esta segunda administración panista que encabeza Felipe Calderón. Cabe destacar aquí que en diciembre de 2006, un salario mínimo adquiría 5 kilogramos de fríjol al mes, y al mes de diciembre de 2010, con todo y el incremento al salario mínimo, sólo pudo adquirir 2.44 kilogramos, es decir, menos de la mitad. En caso de que pueda aprobarse esa adversa iniciativa, el porcentaje de ese alimento que podrían comprar se reduciría aún más. Si priístas y panistas, respaldados por la fracción perredista que dominan “los chuchos”: Jesús Ortega, Jesús Zambrano y Carlos Navarrete, aprueban esa o una iniciativa fiscal similar, se daría un golpe mayor al poder adquisitivo y se acentuará la inequidad tributaria, pues las grandes empresas seguirían sin pagar sus impuestos.
¿POR QUÉ NO GRAVAR A LAS GRANDES EMPRESAS?
Si realmente está preocupado por el bienestar de los mexicanos, de los trabajadores y de sus familias, ¿por qué Manlio Fabio Beltrones no propuso que las grandes empresas que no pagan impuestos los paguen? Su omisión en este sentido demuestra que su iniciativa es totalmente electorera, ya que se trata de un mensaje a los grandes grupos empresariales en donde les está diciendo “que cuenten con él, que él no les gravaría sus desproporcionadas ganancias”, derivadas de sus operaciones comerciales en el país.
Así queda claro que la cuestión de fondo en materia de recaudación está no en hincarle aún más el diente a los trabajadores mexicanos, a través de mayores y generales impuestos, sino hacer que los grandes consorcios paguen sus impuestos, que son recursos sumamente elevados que podrán captar el Estado de no existir una gran y fuerte red de complicidad con los funcionarios federales y con los legisladores de las tres principales fuerzas políticas del país. Dicha cifra superaría los 130 mil millones de dólares al mes de junio de 2010, de acuerdo con un estudio que se distribuyó en la Cámara de Diputados. Eso sería lo menos que tendrían que pagar los grandes grupos empresariales que han sido beneficiados con el régimen de consolidación fiscal, como el Grupo Herdez, por mencionar sólo uno, que se beneficia de este tipo de legislación, ejerce un poder monopólico y no paga impuestos, mientras que los causantes cautivos tienen que pagar 28 o 30 por ciento del ISR (Impuesto Sobre la Renta).
A excepción del Partido del Trabajo, ningún otro instituto político, ni el PAN, ni el PRI, ni el PRD han hecho una propuesta seria al Congreso en ese sentido. Ni Beatriz Paredes, ni Gustavo Madero, ni Jesús Ortega han querido enfrentarse a un Lorenzo Zambrano o contra un Carlos Slim, por mencionar sólo a dos de los potentados que son dueños de México, a través de la propuesta de una iniciativa que derogue el régimen de consolidación fiscal.
“NO LA CONOZCO”
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