¿Y si la CIA y/o la DEA fueran los asesinos como pretexto para que el ejército intervenga en México?
Los EEUU han enseñado al mundo todas las estrategias que –aunque mueran miles de seres humanos, incluso de los mismos EEUU- están dispuestos a realizar para dominar al mundo.
Pedro Echeverría V.
1. Los EEUU han enseñado al mundo todas las estrategias que –aunque mueran miles de seres humanos, incluso de los mismos EEUU- están dispuestos a realizar para dominar al mundo. Lo último que hasta ahora no ha quedado claro fue cómo los yanquis mismos pudieron bombardear las “Torres Gemelas” para justificar su invasión a Afganistán y cómo pudieron engañar a casi 200 países de la ONU diciendo que Irak tenía bombas nucleares escondidas para invadirlo “legítimamente”, aunque meses después se haya demostrado que eran acusaciones falsas. ¿Cuántos centenares de estas experiencias, con el fin de provocar reacciones y dar contragolpes, han sido planeadas durante siglos en los poderosos centros de “inteligencia” de los EEUU? ¿Cuánto se puede contar acerca del golpe de Estado en Chile, del golpe de Estado en Honduras y de otras intervenciones en las que EEUU han jugado el papel fundamental?
2. En el México de hoy es muy fácil culpar al “narcotráfico” y a “la delincuencia organizada” de cualquier ajuste de cuentas. Ya no se investiga a políticos con poder, a empresarios, ni a nadie que pudiera estar tras secuestros y asesinatos. Basta con detener a cualquier persona o grupo, hacerlos declarar mediante torturas, asesinarlos si es necesario, redactar un comunicado para los medios informativos, para considerar que los problemas se han resuelto. Se presentan sin duda las mejores condiciones para que los EEUU –que cuenta en México con más medio millón de agentes en su embajada y fuera de ella- puedan justificar su intervención militar abierta. La realidad es que EEUU, fuera de 1847 o 1914 y sus permanentes amenazas, no tiene necesidad de tener soldados yanquis en México; cuenta con personajes expertos del FBI, la CIA, la DEA y otros organismos que espían desde todas las instituciones de más alto poder.
3. El gobierno de EEUU puede dar órdenes indirectas al ejército, la marina, la aviación, para que actúen en uno u otro sentido. ¿Alguien ha olvidado aquel Pacto de la Embajada de EEUU en México, aquella Decena Trágica de febrero de 1913, en la que los generales “mexicanos” Mondragón, Felix Díaz, Bernardo Reyes, Victoriano Huerta, participaron bajo el mando del embajador yanqui Henry Lane Wilson para apresar y luego asesinar al Presidente mexicano Madero y al vicepresidente Pino Suárez? ¿Puede olvidarse que muchos diplomáticos de otros países denunciaron ese intervencionismo y esa traición del gobierno yanqui donde los “generales mexicanos” se transformaron en simples peleles al mando del gobierno gringo? Aquel traidor y asesino embajador yanqui se dio el lujo de decir que Victoriano Huerta –el golpista- le preguntó que si era mejor mandar fuera del país a Madero o encerrarlo en un manicomio y él respondió con cinismo: “lo que sea mejor para la paz del país”.
4. Desde el fin de la segunda guerra en 1945 los EEUU establecieron en América, primero en Colombia luego, desde 1960 en Panamá, sus escuelas militares para capacitar en la guerra y en la lucha anticomunista a los ejércitos del continente. No ha existido algún país en la historia del mundo con esa gran vocación de conquista que han tenido los EEUU durante más de dos siglos. La política exterior de los EEUU ha sido, desde principios del siglo XIX, absolutamente intervencionista y fue muy clara desde aquella doctrina Monroe promulgada en 1823 por el mismo James Monroe siendo presidente que prohibía la intervención del “colonialismo europeo” en América. Y hoy muchos seguramente dirán que el mundo ya no está en condiciones de permitir más acciones bárbaras. ¿Se olvida que en pleno siglo XXI los EEUU tienen ocupados varios países y amenazan a los países árabes –asiáticos y africanos- así como a otros?
5. Los gobiernos de EEUU para justificar cualquier intervención piensan: si no hay conflictos hay que crearlos y si no hay pretextos hay que encontrarlos. Hillary Clinton y Janet Napolitano, representando a los llamados halcones que se agrupan alrededor de la gran industria armamentistas, la venta de armas y los sectores más fascistas de EEUU, han declarado en varias ocasiones que el gobierno de México es incapaz de frenar la insurgencia política que se fortalece a través de la llamada “delincuencia organizada”. Han proclamado que los EEUU tienen que cuidar sus fronteras y están dispuestos a intervenir en cualquier momento. ¿Estarán pensando que si se registra un muerto más perteneciente al medio millón de agentes yanquis que se mueven en México ya podrá justificarse una intervención? ¿Qué tal si para no esperar mucho los mismos guerreristas yanquis –desesperados por vender armas- se apresuran a invadir México?
6. Quizá bajar con una bazuka un avión donde viajan distinguidos agentes de la CIA o de la DEA sea mucho más difícil que bombear a una lujosa camioneta de la embajada gringa que viaja por las carreteras sin escoltas; pero todo parece dudoso. ¿No será que los de la DEA –siendo muy eficientes en el contraespionaje- eliminaron a los del FBI o la CIA para que no les ganen la partida? “Mataron así a dos pájaros con un tiro”: al espía enemigo y al mismo tiempo colocaron a México en el camino de una invasión. La estrategia yanqui ha comenzado a caminar sin Obama al que siempre han hecho aparecer como “democrático” que trabaja para limpiar la cara de guerra de los yanquis. Pero en México, los pensadores y luchadores honestos, no nos tragamos fácilmente el cuento del personaje del policía yanqui asesinado. Además, ya son tantos que andan por aquí metiéndose en todo, que es fácil que empiecen a caer como soldaditos.
7. Y esto sucede en todo el mundo. ¿Qué hacen esos malditos espías yanquis metidos en todos los países y en todas las instituciones? Todos los gobiernos y ejército que viven saqueando, invadiendo, asaltando, dejando en la miseria a otros países para acumular riquezas que no les pertenecen, tienen que vivir aterrorizados, rodeados de muros y millones de soldados y policías que cuiden lo que tanto han robado. Los mexicanos no pueden dejarse engañar: hay muchas políticas bien pensadas, urdidas, planeadas, que no alcanzamos ver; pero pasados los años nos hemos dado cuenta infinidad de veces de nuestras ingenuidades, de nuestra ceguera y falta de inteligencia. Tiene que aparecer Wikileaks para que nos demuestre lo que se prepara, lo que se trama en los sótanos de las embajadas y de los palacios. Tratemos siempre de encontrar la explicación de las cosas y si EEUU quiere intervenir ya en México, los asesinatos pueden ser buen pretexto.
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