¡¡Exijamos lo Imposible!!EDITORIAL
Lo mismo y sí ganó Calderón.
Después de la dramática voltereta que dieran los resultados de la llamada Ley 19 que contemplaba la legalización de la marihuana en el poderoso Estado de California, que, dicho sea de paso, regresó al cobijo demócrata; y que junto con NY salvaron de la debacle total a don Barack, que ya puede ir pensando en el retiro.
Cuando antes de los comicios llegó a dársele hasta 10 puntos de ventaja al SÍ, sobre el NO a la citada legalización, para terminar con el mismo porcentaje de los 10 puntos de ventaja, pero en su contra.
Hace que recordemos cuando don Felipe, aún candidato, le iba ganando terreno al “Peligro para México”, y sus seguidores repetían el axioma que “caballo que alcanza, gana”.
Que si no fuera porque en San Lázaro los priístas le echaron en cara a los panistas que don Felipe había ganado gracias los arreglos que había tenido, seguiríamos creyendo que lo de entrar por la puerta de atrás era un capricho.
Pero como sea, lo cierto es que los partidarios de la legalización de las drogas tendrán que esperar hasta el 2012 para volver a promover una iniciativa que cada vez va generalizándose más y más por el mundo entero, hasta que quienes detentan el negocio no tengan más remedio que soltarlo.
Cabiendo comentar que todas las drogas juntas: Morfina, heroína, metanfetaminas, crack, piedras, éxtasis y todo tipo de “pastas”, más cocaína, alcohol y comida chatarra, juntas (se repite lo de juntas) no se incluye la marihuana porque esa maravillosa planta hace más bien que mal y por supuesto que nunca ha matado a nadie; pero a la lista podríamos sumarle los muertos debidos a la insensata guerra, matan menos gente que el tabaco.
De hecho, después del paludismo (malaria) nada, ni siquiera las guerras, han causado tantos muertos como el tabaco. En nuestro México, los muertos de la insensata guerra que ya lleva cuatro años, se los cargan las tabacaleras en cuatro meses, pues a causa del tabaco muere un mexicano cada 10 minutos.
Saque cuentas el amable lector. Y si a eso le agregamos que cuesta más la atención médica de los que se enferman por causa del tabaco, que lo que dejan de impuestos las tabacaleras, solo podemos decir que algo no está bien.
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