sábado, 7 de agosto de 2010

Quién no tiembla con el zócalo lleno

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Tiemblan ante AMLO

Estado de los ESTADOS
Lilia Arellano

Enseña puño y gran fortaleza política
FCH invita “autorregularse” a medios
García Luna ambiciona todo el poder
A toda marcha el plan narcoterrorista

“La dictadura se presenta acorazada porque ha de vencer. La democracia se presenta desnuda porque ha de convencer”.- Antonio Gala

Para Manuel Camacho Solís “con un zócalo lleno no se gana una candidatura”, sin embargo, ha quedado más que claro que ese zócalo lleno tiene un significado que se refleja y permanece en todos los rincones del país. Andrés Manuel López Obrador ha llenado esta plaza cuantas veces lo ha querido y sin duda alguna, ha sido el único político que ha definido una ruta y un proyecto mucho antes que sus adversarios, tanto en el PRD como en el PRI y en el PAN. Aglutinar una y otra vez a miles y miles de mexicanos en la plaza más importante de la Nación ha puesto a temblar a todos los aspirantes a la candidatura presidencial de sus respectivos partidos y tal parece que al único al que el tabasqueño considera un fuerte contrincante es a Enrique Peña Nieto, aún a sabiendas de que él no sería la figura de una alianza entre perredistas y blanquiazules.

Para el salinista Camacho Solís, la labor del tabasqueño ha permitido un crecimiento de las izquierdas pero considera que el liderazgo de este aglutinamiento no puede quedar en manos de un solo hombre. Para justificar su beneplácito por las alianzas PRD-PAN, no duda en puntualizar que “nadie puede ganar solo” y, según apunta, la definición del candidato que aglutine a toda esta corriente depende única y exclusivamente de las circunstancias políticas. Habrá que resaltar que esta posición de Manuel Camacho resulta del todo “cómoda”, sabedor de las divisiones internas que existen en el PRD. La corriente de “los chuchos” tiene muchos generales de poca monta y muy poca tropa; las bases, una y otra vez se cuestionan el porqué de tantas deslealtades y de su unión con el panismo, sin lograr comprender bien a bien el sentido que esta dirigencia les da, que se respalda en participar en las decisiones aunque en el fondo sólo pelean cotos de poder y beneficios económicos. De uno y de otro bando del PRD existen aliados, a diferencia de ese injerto llamado DIA que hasta hoy no ha servido para nada.

Andrés Manuel tiene comprobada la lealtad de Leonel Cota, ex gobernador de Baja California Sur y ex dirigente nacional perredista; se suma la de Alejandro Encinas, ex jefe de gobierno del Distrito Federal y actual coordinador de la bancada perredista en San Lázaro; se adiciona a Ifigenia Martínez, a Elena Poniatowska, a Rosario Ibarra, que son mujeres reconocidas tanto en el nivel intelectual como en el renglón económico o en la lucha social. Cuenta también con Porfirio Muñoz Ledo y su carga de inteligencia y perversión; otro hombre de valía es José A. Ortiz Pinchetti y los conocedores del Derecho como Bernardo Bátiz y Juventino Castro.

De quienes ha marcado muy claramente su posición “los chuchos” no tienen buenas expresiones y hasta han encabezado “guerras sucias” “severas”. Tal es el caso de un Ricardo Monreal, actual senador y ex gobernador de Zacatecas; de Martí Batres, de Dolores Padierna o de Narciso Abundis, sin dejar de atacar permanentemente obras y acciones de Claudia Sheimbaum.

Otro tabasqueño que ha influido en pensamiento y estrategias de López Obrador lo es, sin duda, Enrique González Pedrero. También existen otros personajes de los que poco se habla, pero que permanecen fieles y con gran convicción al movimiento lopezobradorista. Ellos son: Leonel Luna, Guillermo Sánchez, Eduardo Santillán, Benito Mirón, Ricardo Ruiz, Aleida Alavez, Socorro Ceseñas, Octavio Romero, Héctor Hugo Hernández, Valentina Batres, Manuel Oropeza, Miguel Ángel Vázquez, y Pablo Trejo.

En medio de grandes escándalos, algunos prefabricados y otros no, el ex candidato presidencial cuenta con lealtades sui generis como la de René Bejarano o de la senadora Yeidkol Polenski o el de la propia delegada de Iztapalapa Claudia Brugada. A estos personajes surgidos del PRD, se suman los del Partido del Trabajo y Convergencia. En el primero se enlista al propio Alberto Anaya, y a los diputados Gerardo Fernández Noroña, Jaime Cárdenas y Pedro Vázquez, quedando entre interrogantes si subsiste o no el de Mario Di Costanzo. En el segundo, están Bertha Luján, Alejandro Gertz Manero, Dante Delgado, Luis Walton y Pedro Jiménez.

Así pues, el arranque y las posibilidades para López Obrador no parecen ser menores y menos aún, cuando se habla de una nueva organización política encabezada por René Arce Islas, por Víctor Hugo Círigo y Ruth Zavaleta, que darán otro manotazo más al PRD y a las propias ambiciones de Marcelo Ebrard. Y es que cualquiera no tiembla con un zócalo lleno. ¿No cree usted?

GARCIA LUNA QUIERE TODO

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