En 2012 lograremos cambiar al País

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Hacia el 2012
Gilberto Balam Pereira

Mexicanos deciden: o debacle o cambio de rumbo

Tuve la oportunidad de compartir con López Obrador el pan y la sal el domingo pasado a invitación de Eva Schuster.

Empresarios, diplomáticos y la tele presentes. En corto, no más de diez comensales. También tiene sus ventajas el diálogo en breve, al ahondar en algunas inquietudes que privan en el momento.

Se abordó la guerra sucia contra la izquierda y las tácticas de fraude que practica tradicionalmente el duopolio PRI-PAN en el proceso de la votación, desde el carrusel, el fomento del miedo, violencia en las casillas, las mentiras de acciones clientelares como el Procampo y Oportunidades, hasta los ofrecimientos de enseres domésticos a crédito, a cambio de las credenciales de elector.

Y por supuesto, la población tiene una disyuntiva en las elecciones del 2012: o aceptar el derrumbe caótico de la economía, porque la debacle no toca todavía fondo, o el cambio de rumbo por una sociedad más justa.

Pero si se prefiere lo último, ¿qué hacer con las instituciones, cómo enfrentar las reacciones de los orates y salvajes del duopolio político?

La respuesta fue unánime. Sólo la unidad, la movilización y la organización de los distintos sectores populares, capas medias y pequeñas y medianas empresas podrán construir progresivamente el cambio del rumbo del desastre en que tiene sumido al país el duopolio, dominado éste por una oligarquía que han secuestrado a la Nación, con el apoyo de 30 amos supermillonarios que les da lo mismo que esté en el gobierno el PAN o el PRI, son los mismos que harán lo imposible para perpetrarse en el poder y seguir expoliando las riquezas de México. No les importa que por ahora, ocho millones de jóvenes se hallen sin empleo, que hayan destruido el campo, que estén acabando los recursos energéticos y mineros, y que estén abandonadas la salud y la educación. En consecuencia, la pobreza y la miseria aumentan cada día. La corrupción y la impunidad galopan entre funcionarios y políticos. Allí están, por de pronto, 19 alcaldes yucatecos de la pasada administración, advertidos por la oficina de la Auditoría Estatal que les encontró corruptelas en el manejo de sus presupuestos. Pero estos alcaldes ni se preocupan ni se acongojan. Que sepamos, ningún alcalde priísta o panista ha comido bote por corrupción. La población no duda de que estos malos mexicanos se apoderan de la administración pública para cometer latrocinios, fechorías y corruptelas con la complicidad de otros gobernantes.

No se abandona la posibilidad de que sean capaces los mexicanos de inclinarse por el continuismo del poder público, porque venden su pobreza a los políticos fraudulentos a cambio de la entrega de su credencial de elector. Alguien dijo, no sin mala leche, que “los pueblos tienen los gobiernos que se merecen”.

Pero prevaleció en el ánimo de los comensales de Andrés Manuel, que los mexicanos ya están hastiados del duopolio político y autoritario representado por la mancuerna de socios PRI- PAN. Se apoyan éstos entre sí. Buscan sólo congraciarse con la plutocracia (con ele) para conservar su status de “modus vivendi” para enriquecerse.

Y lamentablemente, la gente de Yucatán ha padecido en las últimas décadas, después de Carrillo Puerto, de una triste conducta BIPOLAR (palabreja de moda) panisto-priísta. Derecha y ultraderecha. Reaccionarios y conservadurismo. Y ya ven cómo nos ha ido, al igual que en otras regiones. La izquierda no ha tenido opción en Yucatán. A los vicios que heredamos de una casta divina, de una casta de hacendados esclavizadores y discriminadores raciales, de los prejuicios de una Iglesia dictatorial, de un ex diario derechista y ultraconservador mal llamado “de Yucatán”, se ha sumado la fuerza financiera y mercachifle de otro duopolio, el televisivo, vendido al poder.

Pero se está hastiando la sociedad engañada. Se está pronunciando ahora por el único ciudadano que hace acto de presencia en la palestra de los comicios de 2012: AMLO, mediante un Proyecto Alternativo de Nación.

Dicho proyecto, del que carecen los demás pre-candidatos del duopolio, se ha dado a conocer a la sociedad mexicana para su discusión en foros a realizarse en diferentes regiones del país. Proyecto que va desde la propuesta de un nuevo modelo económico nacional más justo, más equitativo y más soberano, hasta lo más humano.

López Obrador nos dice en la mesa, al mediodía del domingo pasado: “No hay otra alternativa para el 2012; o hay un cambio verdadero, una renovación total en México de abajo hacia arriba o vendrá el caos. Tenemos que seguir luchando, no perdemos la esperanza, llegaremos al 2012 muy bien organizados, vamos al encuentro de un nuevo mexicano, más justo, más fraternal y amoroso, nada codicioso, más humanitario”.