Todo un gran desmadre se placea en este País

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Estado de los ESTADOS

Diego, Amado y Acosta
Por Lilia Arellano

Niurka y Ye Gon, cachirules extranjeros
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Incontenible reguero de sangre en el país

“La corrupción del alma es más vergonzosa que la del cuerpo”: José María Vargas Vila

Hay tres asuntos pendientes sobre los que la opinión pública pregunta y mucho más frecuentemente que lo que el gobierno federal se imagina. Encabeza la terna de interrogantes el secuestro de Diego Fernández de Cevallos. Son ya más de 30 días y ni sus luces, como tampoco se sabe que hubiesen avanzado las negociaciones de la familia con los plagiarios y menos aún que los servicios de “inteligencia” de la policía tengan por lo menos una pista sobre la cual dirigir sus baterías. No menores aparecen otros dos: el de la cubana Niurka Sáliva de Sánchez Martínez y el del famoso chino Zhenli Ye Gon, casos que, aunque usted no lo crea se unen y ya le diremos el por qué.

Faltan sólo 5 días para que se cumpla un mes de la aparición de la fotografía de Fernández de Cevallos en los medios de comunicación. Como se recordará, además de presentar a un ex candidato presidencial muy pero muy disminuido físicamente, había un mensaje y un saludo. El primero se refería a que se retirara a las autoridades y mantenerse de lado sobre la negociación que su propia familia ofreció de manera pública a los secuestradores. El otro, en forma burlona, señalaba que el queretano enviaba un enternecido saludo a quienes lo quieren y hasta rezan por él.

Después el silencio y algunas hipótesis. Sólo han revelado las autoridades lo que en estas mismas líneas le dimos a conocer al día siguiente del secuestro: la sangre en paredes y auto pertenecía a Fernández y las tijeras fueron para extraerle el chip de localización que se ha puesto de moda entre millonarios y políticos con el objeto de ser rastreados de manera inmediata. Sólo que no contaron con la astucia de los delincuentes y seguramente que a don Diego no le informaron que los que instalan en el país son chafas y los colocan muy superficialmente, por lo que el suyo seguramente lo extrajeron fácilmente.

Por lo que respecta a sus socios, Antonio Lozano Gracia, ex procurador General de la República, todavía no puede definirse su actuación ya que si bien leyó dos comunicados de la familia, más bien parece que lo que buscaba era justificar la retirada de Televisa sobre este caso. Es mucho tiempo ya y nada ha vuelto a declarar. Como tampoco se ha escuchado la voz del titular en Gobernación, Fernando Gómez Mont, y vaya que ambos le deben, por decir lo menos, la chamba al panista. Eso sí, mientras unos iban para un lado, los federales transitaban por el otro.

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