jueves, 17 de junio de 2010

No hay porque hacernos pendejos los culpables están a la vista, que artículo ni que la chingada

Estos son los verdaderos culpables
¡¡Exijamos lo Imposible!!
A la memoria traen a los cerdos de “Rebelión en la granja”
María Teresa Jardí

Acorde a la mediocridad, con la que a México en este lugar irreconocible ha convertido, es la posición de los ministros de la Corte que a cambio de dinero se niegan incluso a sí mismos el deseo, que algunos deben tener, de escribir una historia digna. La historia de los hombres y de las mujeres que dejan estela a su paso cuando son dignos juristas de la cabeza del poder impartidor de la Justicia. Hombres que optando por hacer lo correcto no necesitan escudarse en señalamientos de artículos, a modo, que convierten en basura a los ministros cuando así conviene al sistema, pervertido hasta la náusea, que hasta un usurpador se permite, “legalizado”, no lo olvidemos tampoco, por un tribunal del mismo poder, agotado, desarmada que ha sido la estructura ética de las instituciones y rearmada por la corrupción que impera. Siendo buen ejemplo hoy al respecto el que nos brinda el Poder Judicial, a modo de un Poder Ejecutivo usurpado por la derecha entreguista que ahoga al país en sangre, mientras el ejercicio del poder se encuentra convertido en negocio, como las guarderías. Un Poder Judicial del que son cabeza los ministros actuales que a la mexicana al mundo asombran con resoluciones que los convierten en vividores sin apelación ninguna. Van a lo que van los ministros de una Corte aberrante que en la historia de la ignominia tiene reservado su lugar. Menuda Corte la que nos endilgó Zedillo. Otro traidor a la patria mexicana, protegido por los gringos, quizá por haberle hecho el favor al imperio de deshacerse de Colosio, que, quizá, por otro rumbo al país habría llevado. Por dinero han renunciado suponiendo que la vocación de impartir Justicia, alguna vez en la vida, algunos de esos egresados de las escuelas y facultades de Derecho, hubieran tenido. Producto acabado, por otro lado, de lo que se forja en las escuelas y facultades de Derecho mexicanas. La carrera más desprestigiada en México. Ganado a pulso el desprestigio por exponentes como los bien pagados ministros de la Suprema Corte. Crónica anunciada la resolución encubriendo a los verdaderos responsables de la quema de niños debido a la decisión de convertir en negocio las guarderías, prestación del Estado como derecho ganado por los trabajadores. Ni un réquiem recordatorio merecen de cara a la historia los actuales ministros de la Corte. De una grisura que espanta. Escudados tras un artículo no son capaces de escribir una digna historia para una, digna, Suprema Corte de Justicia. A la memoria traen a los cerdos de Orwell en “La rebelión de la granja” los hoy ministros integrantes de la Corte mexicana. Licenciados, que no jurisconsultos ni abogados. Resultado de facultades de Derecho productoras de eso, por otro lado. De lo que ni la UNAM, hoy se salva con directores en la Facultad de Derecho tiempo ha de derecha incapaces de ver más allá de sus narices que el producto que sacan: es mierda. No hay una sola Escuela de Derecho en México que se salve de ser productora de algo más que de ministerios públicos a la mexicana y jueces a modo de la inmoralidad que impera convertida también en regla del sistema. De juzgadores nada y de seres humanos con vocación de Justicia, menos que nada. Pero otra cosa son los médicos todavía. Y aunque otros muchos, por ellos estén correctamente abogando, no se vale que para zafar al insalvable Molinar Horcasitas y a la dueña de la guardería, familiar de la mujer del usurpador Calderón, que a lo mejor incluso es la autora de lo de las guarderías convertidas en negocio, debidamente asesorada por su antecesora, la mujer de Fox, ese otro impresentable delincuente a modo de la derecha, usurpadora hoy del poder, , asesorada por: “la señora Marta”, quizá la autora, detrás de Molinar Horcasitas, sea “la señora Margarita”. No se vale que se vaya a buscar convertir a los médicos en chivos expiatorios de lo que en todo caso son responsables también el director del IMSS, que en negocio convirtiera las guarderías y el actual director que debe proporcionar los implementos necesarios a los médicos que a niños y a los adultos, en esa institución, financiada por los trabajadores, que nadie lo olvide, se atienden.

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