Lázaro Cárdenas el último Patriota de México

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Día de la memoria de la expropiación, que ya fue
María Teresa Jardí

Las conmemoraciones en México han pasado a sólo ser el día de memoria en algunos diarios, no a modo, de lo que ya fue. Y para eso es que el 15 de marzo se convierte en inconcebible día festivo, cuando el natalicio de Juárez, es el 21 que además es domingo.

Y hoy es, sí, el día de la gloriosa expropiación petrolera que encabezó el único, quizá, o al menos el último, patriota del siglo pasado mexicano. Que no es que no haya cometido errores, que los cometió el General Lázaro Cárdenas, a él debemos el corporativismo sindical, que en medio de la descomposición que impera, a la grotesca Gordillo tiene como muestra. Pero, patriota, como Juárez y quizá, me atrevo a pensar que Ruiz Cortines y López Portillo, al que le ganó igual la frivolidad, su otro yo, evidenciado en la elección inconcebible, en un maestro culto, de la compañera de vida y obligado o no a la historia pasa como el que inicia el desmantelamiento de la estructura ética de las institución procuradora de justicia.

Expropiación, que ya fue, como todo está dejando de ser, en este nuestro país donde ninguno de los actores políticos, aunque sea para guardar las formas, si así lo hicieran a lo mejor y le tomaban gusto y hasta volvían, algunos, a tomar en serio la función, por la Constitución, asignada en beneficio de la Patria.

En donde ninguno de los actores políticos, pero, fundamentalmente, por lo grave que es, ningún legislador deja de estar sometido al juego macabro con el que se acaba con México como nación soberana.

Traidores a la Patria, aunque a algunos les moleste que se use el término, que nos remite a aquello de “en nombre de Dios y de la Patria” de los dictadores canallas.

La Patria mexicana de la que López Velarde dijera: “…El Niño Dios te escrituró un establo y los veneros del petróleo el diablo…”.

Patria nuestra, que por sus bienes, como tantas otras, por el capitalismo, que lo traga todo como barril sin fondo, siempre ha sido envidiada.

Pero la que ha caído en la desgracia de la que quién sabe si pueda nunca recuperarse, por estar en manos de traidores canallas, como el actual dictadorzuelo, nacidos en su suelo.

Si en lugar de elegir, o asumir, más bien. Es lo que les toca, a cambio de dejarse comprar y de venderse, por un puñado de pesos y unas cuantas prebendas, en el montaje último del desmantelamiento de la Patria mexicana. Si en lugar de asumir la parte que les toca, en el vergonzoso espectáculo circense distractivo del desmantelamiento de la Nación mexicana, los legisladores, mexicanos que son, se hubieran ocupado de discutir los graves acontecimientos que afectan a México, quizá, muchos se habrían podido atajar a tiempo.

Discutir hoy la salida del usurpador, que a Juárez va a retar, para ver si de una buena vez se da el conflicto —que pende de un hilo— para acabar de militarizar el país, teniendo como cabeza la militarización a extranjeros gringos, preparados para ser asesinos, como se está preparando hoy a los integrantes de los tres ejércitos, por lo visto a modo todos, en la maldita Escuela de los Asesinos, coloquialmente llamada antaño por los gobiernos gringos Escuela de las Américas y la que hoy, con otra siglas, cumple las misma funciones canallas para someter a los pueblos hermanos latinoamericanos, sí. Pero para tener boca abajo esposado y amordazado, vejándolo y violándolo, al estilo de lo poquito que sabemos que hicieron en Guantánamo, al pueblo mexicano.

Hay de traidores a traidores, sí. Y un traidorcete es el usurpador llegado con el aval de los partidos.