domingo, 21 de marzo de 2010

Hay crisis porque a potentados les dan privilegios

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Urge López Obrador a cambiar la política económica para garantizar la tranquilidad, la seguridad pública y la paz social
México, Distrito Federal
Domingo 21 de marzo de 2010
Amigas, amigos, muchas gracias, como siempre, por su participación en esta asamblea informativa.

Como decía Pedro Miguel, parafraseando al presidente Juárez, con el pueblo todo, sin el pueblo nada. Por eso muchas gracias a todas y a todos ustedes.

Nos congregamos para recordar en su natalicio a Benito Juárez García, el mejor presidente de México en toda la historia. Lo hacemos en momentos en que nuestro país enfrenta una severa crisis económica, social, política, moral, de inseguridad y violencia.

Juárez es símbolo de honestidad, austeridad, rectitud, laicismo, legalidad y patriotismo. Este presidente vitalicio nos dejó muchas lecciones para actuar en circunstancias difíciles, pero quizá la enseñanza mayor fue su ejemplo de perseverancia y su inquebrantable fe en la causa que defendía.

Por eso, el mejor homenaje que podemos rendirle es mantener nuestro compromiso de no claudicar en el objetivo superior de transformar la vida pública del país.

Estamos convencidos que, más temprano que tarde, lograremos el renacimiento de México. Basamos nuestro optimismo en el hecho de que la actual decadencia ha sido causada por una funesta camarilla que no podrá, por mucho tiempo, impedir la dicha y la felicidad de nuestro pueblo.

Sabemos bien, estamos muy conscientes que los males que aquejan y atormentan a la nación, no son producto de la fatalidad o del destino. Tampoco existe ninguna razón natural o geográfica que justifique el empobrecimiento del pueblo y la actual decadencia.

México es uno de los países con más recursos naturales en el mundo. En todo su territorio hay riquezas: en el Norte, minas de oro, plata y cobre; en el Sur, agua, gas y petróleo y, en todos lados, tenemos nuestro mejor recurso: el pueblo cuenta con cultura, tiene vocación de trabajo y una inmensa bondad.

Por eso, entendemos bien que todo lo que está pasando es el fruto podrido de la política de pillaje que ha venido imponiendo una minoría para satisfacer su ambición y codicia a costa del sufrimiento de la inmensa mayoría de los mexicanos.
Hay crisis porque, desde hace 27 años, la oligarquía con sus políticos y voceros, han venido imponiendo una política económica para beneficio exclusivo de una élite.

Hay crisis porque, en las últimas dos décadas, al amparo del poder público, un pequeño grupo ha saqueado al país y se han enriquecido, obscenamente, como no ha sucedido en ninguna otra parte del mundo.

Hay crisis porque se han privatizado los bienes de la nación.

Hay crisis porque el petróleo, el gas y la electricidad, han sido explotados de manera irracional, en provecho de empresas trasnacionales, de traficantes de influencia y de políticos corruptos.

Hay crisis porque, desde Salinas hasta Calderón, se han entregado 25 millones de hectáreas, el 12 por ciento del territorio nacional, para la explotación del oro, la plata, el cobre y se ha favorecido, básicamente, a tres consorcios: Grupo México, Peñoles y Carso, así como a las mineras canadienses, asociadas con políticos del PRI y del PAN.

Hay crisis porque la economía nacional ha permanecido estancada y no se han generado empleos.

Hay crisis porque se abandonaron las actividades productivas, tanto en el campo como en la ciudad.

Hay crisis porque los potentados no pagan impuestos.

Hay crisis porque se protege a los monopolios vinculados al poder.

Hay crisis porque el presupuesto se destina a mantener los privilegios de los altos funcionarios públicos.

Hay crisis porque no se garantizan los derechos constitucionales al trabajo, a un salario digno, a la educación, la salud, la vivienda, la seguridad social y el bienestar del pueblo.

Hay crisis porque a los jóvenes se les ha marginado y se les han cerrado las puertas para la educación y el trabajo.

Hay crisis porque impera la corrupción y la impunidad.

Hay crisis porque un grupo ha confiscado todos los poderes constitucionales y mantiene secuestradas a las instituciones.

Hay crisis, en suma, porque en México domina una oligarquía y no hay una auténtica democracia.

Los responsables de la tragedia nacional, desde luego, tienen nombre y apellido. Son los 30 potentados que, por mantener y acrecentar sus privilegios, han venido cancelando el futuro de millones de mexicanos y están destruyendo al país. Y como es evidente, esta mafia no está dispuesta a ceder en nada, aunque terminen de arruinar a México y de desgraciarnos a todos.

Sigue este magnífico discurso:
http://www.amlo.org.mx/noticias/comunicados.html?id=80331

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