viernes, 24 de junio de 2011

Ignoró propuestas de las víctimas

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Ante la indignaciónde miles de espectadores por la cercanía con el presidente Calderón, Sicilia fue criticado severamente en Twitter y Facebook

Guadalupe Lizárraga

A Sicilia no sólo le ha faltado dignidad, también sus acciones hablan y hablan mucho de su calidad moral y de su inteligencia estratégica para conducir un movimiento de pacificación. Es un hombre que ignoró las propuestas de otras víctimas que durante años han estado en el anonimato por miedo, ignoró las demandas de las mujeres juarenses que piden la desmilitarización de las calles para caminar tranquilas y seguras ante el asedio de los militares. Las constantes violaciones de derechos humanos, secuestros, agresiones sexuales y torturas han sido ignoradas por el Poeta, pero con desprecio y con autoritarismo: “no mamen”, les dijo a los ciudadanos de Juárez que se organizaban para discutir las propuestas del pacto ciudadano.

¿Cuál es la calidad moral de una persona que se expresa así con un grupo de víctimas de violencia por parte de militares, de policías judiciales, federales y narcotraficantes? ¿Por qué ignorar las causas del dolor de los demás e imponer la suya como una bandera justa? ¿Por qué él eligió los representantes de las víctimas y no fue voluntaria la decisión de hablar con Calderón? ¿Acaso ni siquiera podían las víctimas hablar con el presidente después de tanta violencia e ineptitud que han padecido? La dignidad no la da la muerte de un ser querido, eso ha quedado claro.

Sicilia no incluyó ninguna demanda de las organizaciones de Ciudad Juárez, porque no estaban en la lista de Calderón. Se trataba de meter los militares al cuartel, de entablar un juicio político a Calderón por el genocidio, se trataba de demandar la legalización del tráfico de drogas y acabar con una guerra que sólo conviene a Estados Unidos y al gobierno mexicano. Pero Sicilia impuso sus propuestas únicas que ya traía redactadas. Cambió en dos ocasiones el nombre del movimiento sin consultarlo con los demás grupos que se habían organizado para recibirlo en Juárez e ignoró a las personas que trabajaban para generar documentos de reflexión.

Todo esto importa, y se ve reflejado en un abrazo. A Sicilia y a Calderón le han salido muy bien las cosas. Y ahora el movimiento se irá a Chiapas. Crecerá políticamente y con apoyo gubernamental. Mientras, las verdaderas víctimas de esta guerra seguirán cayendo, muriendo con el dolor de sus familiares en Juárez, en Tijuana, en Coahuila, San Fernando o Durango. Sin justicia, sin dignidad, sin un abrazo.

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