miércoles, 22 de junio de 2011

Como que ya todo el asunto hiede

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Editorial

El precio de la vida.

Todo iba más o menos bien, cuando menos en las intenciones y la forma; aunque no en los resultados. Y el ex poeta Sicilia seguía adelante dando tumbos y traspiés en los que se contradecía a sí mismo (como cuando dijo que había que legalizar las drogas, para después retractarse) que la vox pópuli, y sobre todo sus seguidores, se los quisieron atribuir la confusión que produce el dolor.

Pero así como de La Marcha por la Dignidad se degradó a Caravana del Consuelo, así su “movimiento” se fue devaluando poco a poco.

Como cuando llegó a SLP, su patria chica, y quiso defender al indefendible Calderón; lo que le valió que le llovieran las mentadas de madre, a él, y a su defendido.

Ya que Calderón es tanto o más indefendible que Jorge Hank Rhon, pues el violar la Constitución, fungiendo como Presidente, ciertamente que no es poca cosa.

Pero el asunto de la entrevista pública que pasado mañana sostendrá con Calderón, haciéndose acompañar de 35 personas (25 directamente afectados, como él, y 10 más que serán “destacados ciudadanos”) se apestó.

Porque si bien varios de los puntos a tratar no se lograrán, como la renuncia de Genaro García Luna, quien al parecer estará presente en la reunión, junto con todo el Gabinete de seguridad. O como el retiro de los soldados de la función policiaca (ya no somos soldados, me dijo tristemente un sargento, somos policías, y yo me metí al Ejercito para ser soldado) que tampoco se dará.

Pero el que ahora vayan a pedir que el dinero que se incaute a los narcotraficantes y secuestradores (como al chino Zhenli Ye Gon, al que literalmente Calderón le robó el dinero, pues la Ley estipula que a nadie se le pueden quitar sus bienes si antes no es vencido en juicio; y a él ni juicio le han hecho) sea distribuido entre quienes han sido afectados por el crimen organizado, es tanto como ponerle un precio a la muerte de sus seres queridos. Por lo que sólo resta saber en cuánto valora Sicilia la muerte de su hijo, para saber cuánta ambición tiene.

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