¡¡Exijamos lo Imposible!!
Paraíso de criminales
Por María Teresa Jardí
El enemigo de la patria mexicana que abrió las puertas de nuestro país a los kaibiles que entrenaron a los grupos de elite convertidos en “Zetas” y quién sabe en cuántas cosas más, muy posiblemente incluidos los hombres de negro, hoy beatificados por la televisión más perversa del planeta. La derecha enemiga de México que ha permitido la llegada —o la construcción aquí, aún peor, porque es obvio que no se trata de vehículos que se puedan construir en el patio de una casa— tipo Mad Max para el servicio de los Zetas convertidos en kaibiles corta cabezas, es obvio que no iba a conformarse conque esos asesinos destazadores actuaran aquí sin expandirse a Centroamérica.
Si el mundo les da tiempo, sin encender todas las alarmas sobre lo que hoy ocurre en México, sin lograr un cambio ya, pero ya, hasta la Patagonia debe ser el compromiso adquirido, con Los Estados Unidos de Norteamérica, lo de extender la limpia de pobres a la brevedad posible.
México ha sido convertido en paraíso de criminales con el aval de los tres poderes.
La Corte va en camino de conceder el amparo en nombre de un multiviolado principio de presunción de inocencia. Multiviolado para los muchos inocentes con los que se llenan las cárceles en este país irredento donde nada es lo que tendría que ser o al menos lo que hasta antes de la llegada de la derecha al Poder fue. Sin entender los ministros el hartazgo de la gente.
Hasta sujetos con el poder que les da el ser los gatos de angora de los dueños del FMI son encarcelados por el clamor que despierta ante el mundo el abuso, que como expresión de fuerza bruta, cometen los violadores.
Siendo de entre ellos aún peores los que lo hacen con los niños, a los que les destruyen para siempre la capacidad de ser felices como presupuesto de una vida digna sin matices.
El más atroz de los delitos es el que cometen los pederastas. Pero aquí, cuando no llevan por orden de los jueces a alguno de los pocos presos a una cárcel más a modo, los señores ministros pretenden que a la impresentable dueña de una escuela, quien llevaba niños a su marido para que los violara —libre e impune el marido, acompañado de un sobrino libre e impune también—, se le respete hasta el derecho a que se repongan las pruebas, de las que la defensa se desistió, si no se logra lo de que el principio de inocencia sea lo que prevalezca concediéndole de plano el amparo.
El niño no importa. Lo señalado por médicos y peritos tampoco. El daño irreparable causado al niño no les importa a los señores ministros a los que sólo importa conservar su buena paga.
Una chulada el galimatías jurídico con el que los ministros a modo defienden a los pederastas.
Los ministros de la Corte producto de un golpe de Estado, para dedicarse a lo suyo, que es servir a los delincuentes adueñados del poder, se deshicieron del engorro de conocer de las violaciones brutales a los derechos humanos de los luchadores sociales.
Son una vergüenza los ministros de la Corte, que tampoco han entendido el hartazgo de la gente.
Corruptísimos, los miembros del Poder Judicial, para fingir que no incurren en nepotismo, se inventaron una figura llamada favores compartidos y así los hermanos de las ministras pueden alcanzar puestos de jueces y magistrados, o a la inversa, con sólo pedir el favor a otro para que sea él o ella el que haga la propuesta y viceversa.
Una chulada lo que ocurre en el irredento Poder Judicial hoy que la estructura ética en nuestro país se encuentra completamente desarmada.
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