¡¡Exijamos lo Imposible!!
Dictadura “consensuada”
Cómplices: Zambrano, Madero y Moreira
Las obsesiones de familia de don Felipe
Michoacán: peligroso laboratorio político
PRD estatal rechaza “candidatura común”
Violencia dirigida a procesos electorales
“Sí, tengo aspiraciones”, admite Cordero
MEXICO, DF, 26 de mayo (Lilia Arellano-Estado de los ESTADOS).- La obsesión de Felipe Calderón Hinojosa por imponer a su hermana Luisa María, a quien apodan “Cocoa”, como gobernadora de Michoacán, lo ha llevado a cometer todo tipo de aberraciones, que pasan por el ejercicio abusivo del Poder Ejecutivo Federal, la utilización de los órganos federales de Procuración y Administración de la Justicia para fines eminentemente políticos contra el gobierno perredista que encabeza Leonel Godoy, hasta la violación flagrante de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Michoacán de Ocampo.
Desde que fue impuesto en la residencia oficial de Los Pinos e inició su administración federal, el único eje de gobierno que ha sostenido Calderón es la “guerra al narcotráfico” y ésta, ha sido utilizada para cumplir sus fines políticos y económicos particulares y del compacto grupo de funcionarios y grandes empresarios que lo respaldan. Todo parece indicar que don Felipe le prometió a su hermana Luisa María que “pésele a quien le pese y caiga quien caiga” la haría gobernadora de su entidad natal, Michoacán. Esa parece ser la causa fundamental del artero ataque a la administración perredista de Godoy —representante del clan de los Cárdenas en la entidad que es el coto de poder de la familia cardenista— que se conoció como “Michoacanazo”, cuyos resultados en cuanto a rentabilidad electoral y credibilidad, para ya no hablar de los jurídicos, le fueron totalmente adversos.
Después, en el “cuarto de guerra” electoral panista instalado por supuesto en Los Pinos, se decidió que la siguiente etapa de la estrategia autoritaria a seguir en esa entidad debería ser la declaratoria del “Estado de excepción” en Michoacán, para lo cual se buscó el apoyo de empresarios locales como Francisco Medina, socio ni más ni menos que de Carlos Slim, el hombre más rico del mundo según la revista Forbes. Para ese efecto, el pretexto fue otra vez la “guerra al narcotráfico” promovida y escalada por el propio calderonismo, y que ha llegado a extremos de violencia nunca antes vistos en el país en general y en Michoacán en particular. Esa ola de violencia, dicen, representa un peligro para el desarrollo de las jornadas electorales y para quienes buscan tanto la gubernatura de la entidad como el Congreso local y las 113 alcaldías.
De plano y sin más trámites, Calderón quería cancelar las elecciones y designar, a través de una negociación política bajo el agua, al sucesor de Leonel Godoy, “por la vía del consenso”, lo cual permitiría que la “Cocoa” fuera impuesta como gobernadora, sin necesidad de exponerla a una contundente derrota electoral, dado el repudio que el calderonismo ha cosechado en la entidad, lo que por supuesto provocó un total rechazo de todas las fuerzas políticas en Michoacán, con el gobernador incluido, por la cantidad de violaciones a los artículos respectivos de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Michoacán de Ocampo, de la Ley de Justicia Electoral del Estado de Michoacán y del Código Electoral del Estado de Michoacán.
Ahora, frente a los inconvenientes políticos, jurídicos y electorales, se lleva a cabo una modificación de la estrategia para llegar al mismo fin. Así, con la utilización de una organización fantasma denominada “Fundación Michoacana para el Desarrollo, A. C.”, que prácticamente nadie conoce en Michoacán, se determinó en un encuentro privado efectuado fuera del territorio michoacano, en la Ciudad de México, al que asistieron los empresarios Francisco Medina Chávez, Alonso Gómez Sáenz y Enrique Ramírez Magaña, así como los dirigentes del PRD, Jesús Zambrano –totalmente a las órdenes de Calderón—, Gustavo Madero del PAN calderonista, y el priísta Humberto Moreira, además del gobernador Leonel Godoy, “no suspender por ningún motivo” las elecciones en ese estado, con lo que aparentemente se soslayan dichos inconvenientes.
Ante las insistentes versiones de la postergación de la jornada electoral que causó profunda inquietud entre la ciudadanía michoacana, los empresarios reiteraron su percepción de que las condiciones que imperan en el estado no brindan garantías para el desarrollo del proceso electoral. Por el contrario, el gobernador michoacano, un experto abogado, defendió que deben ser los ciudadanos, en el libre ejercicio de sus derechos a votar y ser votados, quienes decidan quién será el próximo gobernador del Estado.
Los empresarios propusieron a los líderes de las tres principales fuerzas del país una salida para cumplir el propósito final que persigue Felipe Calderón en su entidad natal: lanzar una candidatura común, de cara a las elecciones del 13 de noviembre en Michoacán, “para que haya comicios en paz”, como si la inestabilidad en la región y la violencia que ha generado la “guerra” calderonista contra algunas organizaciones criminales, fueran causadas por el debate político y la contienda electoral.
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