sábado, 14 de mayo de 2011

¡¡Mueras y fueras para fecal-rón!!

¡¡Exijamos lo Imposible!!
El PAN se apodera de los indígenas

Satiricosas
Manú Dornbierer

Del inmenso dolor de Javier Sicilia (y de todos los que en carne propia han sufrido la monstruosa narcoguerra de Calderón) surgió un liderazgo que ha unido verdaderamente a los mexicanos. Es un liderazgo del corazón, limpio, profundo, desolador, pero decidido a cambiar a un país destrozado por el gobierno y sus supuestos tres poderes. No hay ni a cuál irle de ineptos (en el mejor de los casos). Están actualmente ocupados, con pocas excepciones, por gente tan incompetente como corrupta que se cree en posibilidad de seguir engañando a todos con el concurso de las televisoras, totalmente desprestigiadas entre los mexicanos pensantes, pero que siguen manejando una masa media que vive en babia y que no obstante el caos evidente del país, sigue bobaliconamente diciendo de Calderón: “no lo ha hecho tan mal”.

El Congreso ha quedado en evidencia como en pocos momentos de la Historia, empezando porque jamás se percató (a no ser que fuera desde el principio cómplice del Ejecutivo como siempre) de la militarización del país y la dejó pasar con los ojos cerrados a las protestas ciudadanas. La Marcha que encabeza Sicilia no trata, como en otras anteriores, de apoyar a este o aquel sector, a un partido o a un personaje político. Hoy el clásico “Ya basta”, resulta más serio, más decidido. Se trata de un liderazgo y una protesta nacional más auténtica

La historia de esta marcha se relató con claridad y precisión en Canal 22.

Pero ni por eso a Calderón le cayó el veinte que debió caerle. Después de intentar desacreditarla en un principio, quiso y quiere aprovechar la marcha en su contra, como si fuera un apoyo a su política de presunta defensa de la seguridad que ya lleva en su sangriento e inútil altar más de 40 mil sacrificios humanos. Este nuevo liderazgo de un poeta al que le torturaron y mataron a un hijo -y con él muchas más víctimas de la colosal tragedia que vive México- es el de la inteligencia, de la obligación de defender una patria de la total y maligna locura oficial. ¡Es la defensa de la razón! Está más allá de intereses bastardos partidistas y/o del dinero. Está inspirado en la necesidad de justicia, paz y salvaguarda inmediata que requiere México para subsistir. Admirable Javier Sicilia, quien en el Zócalo capitalino solicitó primero la renuncia de Calderón (y después la del nefasto dictador policiaco García Luna) tan fue así que al oírlo la multitud coreó: “¡Fuera Calderón! ¡Muera Calderón!” y Sicilia dijo: “que no muera, no queremos más muertes, no más odio. Pedimos la renuncia para evitar la violencia” (9-5-11 El Sol de México, Carlos Lara).

Y a ese clamor nacional, arrogante y cínico, canallescamente sofista, Calderón contesta que por fin la gente está entendiendo “su” lucha. Su oficina envía correos como el burlón mail que recibí el Día de las Madres: “Hola Manú, hoy es 10 de mayo del 2011, Boletín Electrónico No. 219

Estamos luchando por ti, por tu familia y por México. La razón de la lucha por la seguridad eres tú. A nadie le gusta la violencia. Para acabar con ella tenemos que combatir sus causas y a quienes la provocan, por eso estamos enfrentando con toda determinación este problema. Debemos depurar y profesionalizar a las policías, poner en marcha un nuevo sistema de justicia penal, más transparente y eficiente, también debemos acabar con la impunidad y sembrar una nueva cultura de legalidad”.

Lo contesto por este medio con las palabras de los marchistas “Estamos hasta la madre” y de paso con las de Gael García Bernal ¡Y TU MAMA TAMBIÉN!

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