Calderón-Televisa (contra Slim), hasta las elecciones
Álvaro Cepeda Neri
Televisa y Calderón integran no un matrimonio, sino una complicidad de mutuos favores. Ambos envidian y odian al multimillonario Slim-Telcel (¿y su compadre Salinas de Gortari ni los ve ni los oye?), contra quien han apuntado todas sus baterías y la más reciente es la multa, decidida por el voto de Eduardo Pérez Motta (presidente de la Comisión Federal de Competencia), por 11 mil 989 millones de pesos, que es como quitarle un pelo a un gato (aunque sea de angora), para favorecer al ratoncito en telecomunicaciones de la firma Axtel, quien, con otros ratoncitos, denunciaron las prácticas monopólicas de Telcel. Y es que Azcárraga le garantizó a Calderón que apoyará al Partido Acción Nacional (PAN) en las elecciones presidenciales de 2012.
¿Y Peña Nieto si es que como asegura será el candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI) más antiguo? Con todo y los miles de millones gastados en Televisa durante casi seis años, no será apoyado por el minimperio de la caja idiota (donde despachan las médicas Lolita Ayala y Adela Micha, recetando productos milagrosos). Y aún con todo y su segundo matrimonio, ahora con la Gaviota, Azcárraga Jean sabe que el PAN y Calderón le va a meter millones de pesos para apoyar a… ¡Cordero, Lujambio, Lozano, García Luna, Félix Guerra! De aquí al próximo año, Calderón y Televisa vivirán en amasiato y aunque la relación genere dinero para Televisa, se podrá dar por terminada para cuando estén los tres o cuatro candidatos presidenciales.
Es que Televisa alega que no es la veleta la que cambia de rumbo, sino el aire que la hace virar. Y que sus minutos de publicidad se ponen al mejor postor. Mientras Calderón y Televisa andan de manita sudada contra Slim y éste, que sabe que no lo van a detener, simplemente los tiene en la mira para cuando la coyuntura le sea totalmente favorable. Azcárraga ha mordido la mano de Slim, ya que éste le prestó millones de dólares cuando Televisa estaba al borde de la quiebra. Y ahora aliado con Calderón y el PAN, han sellado un pacto para impedir que el PRI gane las elecciones (y no tanto con Peña Nieto, pues éste no garantiza la victoria) y que López Obrador figure en la competencia, prefiriendo marcar los dados a favor de Ebrard.
Sabe Azcárraga que los panistas no ganarán en 2012. Y que la pelea estará entre un PRI obviamente sin Peña Nieto (sin Moreira, claro y sin la facción más antigua pro salinista) y un Partido de la Revolución Democrática (sin los Chuchos, sin Camacho, sin Ebrard) que postulará a López Obrador. Así que Calderón-Televisa estarán en concubinato hasta que las elecciones federales presidenciales los separen, enfrentados a Slim y su imperio mexicano e internacional; pero Televisa no tarda en dar el chaquetazo. Así es Azcárraga y porque sabe que si apoya a un panista perdedor (y no hay de otros), López Obrador, si hace la chica, o un PRI con un candidato superior a Peña Nieto, lo pueden poner en muy serios aprietos. Por lo que seguirá al mejor postor, aunque ahora ande del brazo de Calderón para juntos enfrentarse a Slim a quien no saben cómo sacar de todas las jugadas.
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