¡¡Exijamos lo Imposible!!Editorial
Estando bien con Dios...
Tal vez pensando que los milagros existen, y que el hoy milagroso beato Juan Pablo II, quien atormentado por una larga y penosa enfermedad que finalmente lo llevó a la muerte (que según dicen, es el último juicio y por algo murió así)
Haciendo palpable el que con el uso de la razón y el libre albedrío cada cual tiene lo que merece (antes se tiene lo que se requiere, lo que se necesita)
Don Felipe, que por algo su segundo apelativo es del Sagrado Corazón de Jesús, violando la Constitución (una vez más) se apersonó junto con su esposa Margarita en Roma, para la beatificación de un documentadamente probado protector de pederastas.
Ignorando que fueron niños y adolecentes mexicanos los que Marcial Maciel violó; y a los que no se les ha hecho justicia por el daño que les hizo el fundador de los Legionarios de Cristo que, según la curia vaticana, engañó al Papa.
Cuando lo cierto es que todos sabían que a quien llamaban devotamente “Padre”, tenía familia (hay fotos del individuo con su hija, allá en Cotija, sede de los Legionarios)
Y que además era un degenerado pederasta (que fue capaz de violar hasta sus propios hijos) de lo que hay denuncias y documentación que datan desde los tiempos en que el polaco era el Papa, y Ratzinger, el hoy Papa que lo beatificó (dios los hace y ellos se juntan) el encargado de esos penosos asuntos.
El caso es que los católicos, en la figura del polaco, ya tienen un milagroso beato que seguramente no solo verá por los enfermos y por los desahuciados, sino por los pederastas que requieran de su protección.
Por lo que no queda más que decirles felicidades. Pues si los narcos ya tienen su santo, no hay razón para que los pederastas no tengan a su beato.
Solo que los milagros no existen y don Felipe habrá de regresar a la cruel realidad que se vive en nuestro México; y tarde o temprano también habrá de pagar las consecuencias de violar la Constitución de manera tan reiterativa y cínica.
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