Con esto el rating Marcelo a la alza

¡¡Exijamos lo Imposible!!
¡Madriza, madriza, madriza!
Jairo Calixto Albarrán
18 agosto 2010
jairo.calixto@milenio.com

Cuando se supo del ultimátum que Marchelo Ebrard le interpuso a Sandoval Íñiguez, que anda desatado desde que los matrimonios entre personas del mismo sexo pueden adoptar (se ha de haber sacado de onda por todas las posibilidades que se le van de las manos a los émulos del padrote Maciel), pensé que el de la sotana antes de responder tenía que pensarlo muy bien.

Sobre todo porque al caer en la tentación de entrarle a la madriza, lo único que podría lograr si sus estrategias se basaban tan sólo en sus apocalípticos rencores, sería levantarle el rating al jefe de Gobierno.

Laicos vs. Los rudos de la sotana.Y así, pues que el cavernario Sandoval salió respondón y, en vez de echarse para atrás, decidió alegar mañosamente que tenía con qué responderle a Ebrard. Seguramente al ver la tibieza con la que la Tremenda Corte tomó sus señalamientos de corrupción (en vez de desenvainar la espada del estado de derecho y demandar como dictan los cánones, los ministros se limitaron a criticar al purpurado sin pasión ni vehemencia) y al contemplar el discurso melifluo del PRD para contestar a Hugo Valdemar (parecía que Chucho Ortega le ofrecia disculpas al vocero de la Arquidiócesis en vez de declararle una guerra santa por acusarlos de fascistas, aunque con virilidad apoyó al GDF en estas agrias batallas contra los atavismos medievales), el arzobispo de Guadalajara se sintió prácticamente a sus anchas como el Undertaker de los púlpitos.

Así, confiado, rebosón y ávido de aventarse desde la tercera cuerda, afirmó tener pruebas —que habida cuenta de su historial, se las debió dar su imaginario exorcista de confianza— que acreditan sus acusaciones contra los magistrados de haber sido maiceados por Marchelo Ebrard. Y, chico listo, en su comunicado anuncia que no hará más declaraciones hasta que no sea requerido por la justicia. Nombre, mucho ha aprendido de don Etilio González, su monaguillo gobernador de Jalisco, en lo que a salirse por la tangente se refiere.

Por lo menos Sandoval no le hizo como el ex presichente Fox que, tarde pero sin sueño, contestó a Fidel Castro que lo acusó de ser un miserable, un canalla y un mal mexicano —no necesariamente en ese orden—, al ritmo de yo no fui fue Teté, respecto a las manotas peludas que metió en el proceso electoral de 2006, en su papel de La Chachalaca Vengadora.

Ahí sí, el buen Vicentico Limonta tendría que tener cuidado con lo que dice, porque mi Comandante lo puede volver a chamaquear, y él no se anda por las ramas como Sandoval. Si le sacó lo del “comes y te vas”, lo puede volver a poner en ridículo.

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