Para que triunfe el mal, sólo es necesario que los buenos no hagan nada

¡¡Exijamos lo Imposible!!
EDITORIAL

Del blindaje y la nave de gran calado, al ¡arriba las manos!

Independientemente de lo que digan y opinen los solones en la materia, el quitarle a alguien sus ahorros, sin su permiso, es un atraco; aquí y en China.

Que fue exactamente lo mismo que hicieron con Zhen Lee Ye Gon, el chino de las Lomas de Chapultepec, a quien le quitaron su dinero sin haberlo vencido en un juicio, que es lo que claramente estipula la Constitución que hasta ahora dizque nos rige.

El que el PRI y el PAN se hayan puesto ya de acuerdo para que se cometa un atraco de ese tamaño, pone en evidencia la ausencia absoluta del Estado de Derecho y la total falta de representatividad de quienes se dicen legisladores electos por el Pueblo.

La voracidad de nuestros gobernantes y funcionarios es ya patológica (enfermiza) como se acaba de ver con la repartición del botín legislativo al que llaman “Comisiones”, donde una “rebatinga” de damnificados en casos de desastre, hubiese sido más discreta.

Hace aproximadamente un año el propio Felipe Calderón dijo que nunca se tocarían los ahorros de los trabajadores. Y ya ni siquiera los monstruosos créditos internacionales que se han pedido (monstruosos por impagables) que además no se sabe bien a bien en dónde es que están, alcanzan para la desmedida voracidad gubernamental, personificada ejemplarmente por el doctor Agustín Carstens.

Y acercándose vertiginosamente el plazo dado para la aprobación del mamotreto al que el Secretario de Hacienda pomposamente llamó “Reforma Fiscal”, “No hay plazo que no se cumpla ni fecha que no se llegue”, cada vez más son los convencidos que semejante desatino se presentó ex profeso para que lo rechazaran.

Y habiendo sido modificado por los legisladores, la responsabilidad del fracaso económico se transfiera a ellos y no a la Presidencia.