Brad Will a tres años, entre la dilación y la esperanza
por Balbina Flores
Un hecho inédito donde el propio camarógrafo filmó a sus victimarios minutos antes de su muerte pero donde hasta la fecha ninguno de ellos está detenido y eso sólo puede ocurrirle a la justicia en este país.
El homicidio de Brad Will ha sido investigado por la Procuraduría General de la República, por la Procuraduría General de Justicia de Oaxaca y por la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Media decena de organismos internacionales se han empeñado en seguir e investigar de cerca el proceso que ha seguido esa indagación pero a pesar de ello para la Familia de Brad Will la justicia no llega, mientras permanece en prisión la persona equivocada y los verdaderos asesinos siguen libres.
A tres años hay dos conclusiones, la oficial; el disparo que mató a Brad Will (27 de octubre de 2006) fue realizado por personas cercanas al periodista a no más de 12 metros, así la tésis de la Procuraduría General de la República confirma la versión difundida por la Procuraduría de Justicia del Estado de Oaxaca y la avala la Real Policía Montada de Canadá, en su informe difundido en agosto pasado y realizado a petición de la PGR. La otra resolución sostenida por la Comisión Nacional de Derechos Humanos y con la que coincide el reporte de Médicos por los Derechos Humanos, es que el reportero recibió dos tiros sucesivos de una misma arma, pero a una distancia de hasta 50 metros.
Para el organismo internacional conocido como Physicians For Human Rigths, la Procuraduría General de la República, “ha pasado por alto la ciencia forense en la investigación de la muerte del periodista estadounidense, Brad Will”, al tergivesar los hechos; la intención de la PGR es claramente hacer aparecer la muerte de Will como un homicidio singular y niega la posibilidad de que pudiera estar vinculado a un patrón de muertes por arma de fuego y que durante el conflicto en Oaxaca por lo menos 13 personas fueron privadas de la vida y que están sin resolver.
El 14 de octubre la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió que durante el conflicto de 2006 en Oaxaca se violaron de manera grave los derechos humanos al acceso a la justicia, a la integridad personal, a la vida, a la paz y al acceso a la información de la población de la capital oaxaqueña. Además de las garantías a la libertad y a las libertades de tránsito, de trabajo, de pensamiento y expresión, de educación y de propiedad y señalando al gobernador Ulises Ruíz como responsable de estos actos.
La resolución de la SCJN, vino a abrir nuevas esperanzas para quienes aguardan justicia desde entonces, entre ellos la familia de Brad, toca ahora al Congreso Federa y local y la Procuraduría General de la República, asumir su responsabilidad y hacer que esas esperanzas no mueran
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