La SSP Federal y la disculpa a Proceso
por Balbina Flores
En un hecho sin precedente en la historia de la prensa en México, y en un hecho que recuerda sólo a las dictaduras de América Latina o la década de los ochenta cuando se perseguía “los subversivos” en El Salvador o Guatemala, el Secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna pretendió involucrar a la revista Proceso como parte del arsenal que utiliza el crimen organizado para sus actos delictivos. Mal precedente y una advertencia para los medios y para la libertad de expresión.
En Proceso de esta semana denuncia en su edición del 2 de agosto la intención dolosa de la Secretaría de Seguridad Pública Federal de vincularla con la organización delictiva La Familia
En dos ocasiones la SSP ha pretendido involucrar a Proceso en esa organización delictiva. La primera referencia es: “ocurrió la semana pasada el 29 de julio, en el centro de mando de la Policía Federal en Iztapalapa, cuando el jefe de la División Antidrogas de la corporación, Ramón Pequeño presentó a la prensa a seis presuntos integrantes de La Familia entre ellos a Armando Quintero Guerra, alías El Licenciado a quien señaló como operador financiero de uno de los principales líderes de organización La Tuta y su hermano Flavio Gómez.
En la presentación de los detenidos, narra Proceso, “la SSP colocó a los presuntos narcotraficantes detrás de la mesas con todo lo que la dependencia reportó como asegurado en la detención. Junto con dos fusiles cuernos de chivo, una pistola Pietro Beretta, cartuchos, fajos de billetes, teléfonos celulares, llaveros, equipo de radiocomunicación y una memoria USB con los reportes sobre la venta de droga y extorsión, expuso cuatro ediciones recientes de Proceso, las ediciones todas del mes de julio, 1707, 1705 y la edición especial dedicada al México narco de ese mismo mes.
Pareciera que en la guerra contra el narcotráfico todo se vale, desde entrar a una iglesia en plena ceremonia religiosa, hasta entrar a la vivienda de un ciudadano a saquearla cual bándalos y/o pretender involucrar a los medios como colaboradores del narco. ¿Y dónde queda el estado de derecho? ¿Dónde el respeto a los derechos humanos?.
No, no podemos aceptar como ciudadanos estas acciones vengan de donde vengan, porque entonces habremos perdido todo. No estaría mal que la SSP, pidiera una disculpa pública a la revista Proceso, como lo hizo con el Episocopado Mexicano después de que éste protestó por la incursión de la policía en la Parroquia de Apatzingan. Ojalá así sea.
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