Los traidores a la Patria tienen nombre y apellido
2009-08-28
María Teresa Jardí
María Teresa Jardí
La mega biblioteca, otro invento de la dupla panista Fox- Sahagún, expresión infinita de corrupción impune destructora de la nación mexicana. Invento para robar un poco más. La lana es la lana para quien no tiene principios ni valores y se rige por la expresión última de la amoralidad. No es suficientemente grande para albergar los expedientes que se pueden integrar con las pruebas sobre las traiciones a la Patria, al pueblo, a la sociedad, a los ciudadanos, al Estado, a las instituciones, a la democracia, a la República… cometidas por los que han ejercido el cargo de Presidente en México desde Echeverría, incluyendo, como es obvio, a Miguel Alemán y a Gustavo Díaz Ordaz y también a López Mateos, autor intelectual, el último de los nombrados, de otro crimen atroz que como todos los crímenes políticos que quedan impunes se van convirtiendo en el antecedente imparable que lleva a los pueblos a estallidos violentos. Me refiero, por supuesto, al atroz asesinato de la familia Jaramillo. Antecedente en México de la limpia hasta la raíz de los luchadores por el cambio del país a los que hace unos días se sumara la de Armando Chavarría —aunque la limpia en su caso haya venido de la mano del impresentable gobernador guerrerense tan chuchista— y la de Maximiano Barbosa, ejecutado apenas ayer.
La lista de traidores a la Patria incluye también a los de segunda categoría. Los que no, por ser de segunda, son mejores que los que tienen la responsabilidad primera. Al contrario Roberto Hernández y la Gordillo que se ubican entre los más ladrones del planeta, sean todavía peores. Pero segundones, a fin de cuentas, como la Sahagún también, son la expresión más acabada de traición a la Patria.
Pero esos segundones son impensables sin la perversa permisividad de los primarios responsables. Lo que aumenta la responsabilidad del usurpador y de los expresidentes.
Por supuesto tampoco puede quedar en el olvido Jorge Castañeda, aunque éste se ubique entre los de tercera línea. Destructor, ese impresentable, primero comunista, luego foxista y hoy bateador en todos los partidos. Imitador a modo de lo que está haciendo también Salinas, usando a los que incluso en algún momento fueran sus enemigos.
Destructor, Castañeda, del prestigio del servicio exterior y enterrador de una de las mejores características del pueblo mexicano: la de brindar generosamente el asilo a los perseguidos políticos.
Quien de la mano de la Gordillo que junto con otras ratas abandona ya el barco panista. Tarde se están enterando los panistas del daño que Calderón a ese partido, destruido para siempre, le han hecho estos tres años de usurpación desgobernante.
Castañeda, como la Gordillo, que ya debe estar sintiendo también los pasos en la azotea, convertidos están en las manos propiciadoras del regreso de Carlos Salinas de Gortari a dictar de nuevo todas las reglas necesarias para que nada cambie como el capricho supremo de quien parecía que iba a ser y al final demostrado ha quedado que tampoco fue.
Castañeda, quien, como Salinas, está también, vía Ebrard, metiendo la mano en el PRD. Por aquello de que el PRD, ante la necesidad de hacer estallar al país, para salvarse, que Calderón propicia, vaya a ser el que se tenga que impulsar como “el bueno”, en un último intento fracasado —esa es otra crónica anunciada— si a Ebrard logra impulsar Salinas, como busca, vía un grupo mucho más amplio, como el candidato, por el PRD, en lugar de AMLO, antes de adentrarnos a todos los mexicanos del todo en el Infierno.
Revivido, Castañeda, un largo rato hace ya, por los noticieros televisivos y radiales que pertenecen a Televisa e incluso por otros que se llaman independientes. Un paso más está dando buscando promover a los miembros de un grupo que alrededor de ese impresentable —cabeza, entre los traidores a la Patria, de los que son de tercera, aunque no por ello deban ser olvidados ni mucho menos perdonados para no ser juzgados— se aglutina integrado por los que se consideran “políticamente correctos”: como Mariclaire Acosta convertida hoy en la candidata, de Ebrard, a hacerse con el control de la CDHDF. Vividores a nombre de las mejores causas en las que lejos están de creer ni mucho menos tener como su opción de vida. Buscadores: “haiga sido como haiga sido” del puesto que les brinde, como a los otros, el dinero, lo que los hermana con los de primera y con los de segunda que, al menos, son cínicos a secas.
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