lunes, 24 de agosto de 2009

No hay que ir muy lejos por los vendepatrias

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Los traidores a la patria en México tienen nombre y apellido
2009-08-24
Por María Teresa Jardí


(1ª parte)
Se defenderán los panistas diciendo que el PAN no es Calderón

Y probablemente puedan decir, sin mentir, que ni Fox ni Calderón representan el sentir de todo panista o, al menos, no el de los viejos militantes panistas que tanto contribuyeron a abrir el camino de la democracia. Aunque sólo fuera en el discurso y aunque la soñaran sin adjetivos como Krauze, a la postre convertido en un historiador, más sin visión y a modo de una derecha sin más ideología que la de la obtención del poder como sea —- haiga sido como haiga sido —- para forrarse de dinero por más elevado que sea el costo para el país en el que nacieron sus hijos. Lo que denota una falta de identidad absoluta y una incapacidad de amor que espanta.

Se defienden, más bien, algunos de los muy pocos panistas con los que trato, diciendo que el PAN es mucho más que Fox y que Calderón.

Pero lo que no pueden negar los panistas, es que su expresión política de más alto nivel exhibe a ese instituto como el más mediocre de los institutos políticos. Y muy mediocres todos los que han asumido el poder en México. Comparables a Baby Doc, quien ni siquiera como asesino le llegó a su padre. O con los hijos de Trujillo que, si acaso, son recordados, en una que otra novela como drogadictos irredentos promotores de fiestas inacabables. Pero los que, siendo asesinos, tampoco le llegaron al padre ni para pasar a la lamentable historia de la humanidad como su antecesor pasó. O el hijo de Batista acabando como traficante de droga. Y ni qué decir de Bushito, quien, dentro de unos años, no será recordado más que como el hijo idiota de su también muy malvado padre.

Si son mediocres todos los que en México han asumido el poder desde mediados del siglo pasado, los más mediocres han sido los panistas y por eso, en sólo dos sexenios, han cancelado la aspiración para ese instituto de regresar al poder en muchísimos, pero muchísimos, cientos de años, quizá.

De los partidos morralla no vale la pena ocuparse. Son parte de la perversidad con la que se ha manejado el sistema político a la mexicana. Aunque también sea imputable al PAN el que se haya permitido la aberración al Verde de vender su bancada al monopolio televisivo convertido en poder fáctico exhibidor de pornografía y deseducador del pueblo mexicano en el más amplio sentido de la palabra.

Mediocridad de miras de los partidos exhibidas en los elegidos para gobernar, cuyo inicio se puede establecer con nombre y apellido décadas atrás.

Con Miguel Alemán llega a México la corrupción tolerada, permitida, bien vista, aceptada…

Con Echeverría, el nauseabundo entreguismo gubernamental al imperio gringo. Con López Portillo, el desastre en el aparato procurador de Justicia. Inicio del fin de la policía al servicio de los gobernados. Principio de la policía integrada por delincuentes y de la policía al servicio de la delincuencia.

Dejo fuera a Miguel de la Madrid, quien, , puede que haya sido un gobernante, como Ruiz Cortines, del todo gris. Y,, el que puede que haya dejado hacer a sus hijos, como al parecer sucedió también con la mujer de Ruiz Cortines, negocios del todo reprobables, dando al traste con la ética por lo que toca a los familiares de los gobernantes.

Pero dos presidentes que, ya convertidos en ex presidentes, han podido salir a la calle sin que nadie les escupa en la cara el desprecio que el pueblo mexicano contra los otros siente. Y es innegable, para quien haya seguido la historia policiaca de este país, que con Miguel de la Madrid se hizo el último esfuerzo por recuperar algo de lo mucho perdido en materia policiaca con el imperdonable López Portillo convirtiendo a su compadre, delincuente, en el destructor de la policía, que hasta antes de Durazo, sin ser científica, resolvía casos sin llenar ni de pobres ni de inocentes las cárceles. Con Salinas… mañana sigo. Los traidores a la patria en México tienen nombre y apellido.

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