miércoles, 5 de agosto de 2009

Arreglos, contratos, pactos entendidos de televisa

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Peña Nieto actor televiso a modo de la corrupción
María Teresa Jardí

Contratarse por la libre para cubrir eventos políticos no significa, necesariamente, vender la pluma al que paga. Aunque salta a la vista que hay quien así lo entiende y para eso se vende. Puede ser que el periodista español contratado por Televisa, para hacer la apología de Peña Nieto, en los eventos internaciones a los que asiste como el futuro presidente de México, que Televisa ha decidido imponerle a México, vía la bancada comprada al Verde, sea un impresentable.

A mí no me queda ni la menor duda de que lo es. Aunque él se defienda --está en su derecho-- diciendo que mienten los otros periodistas de la Península Ibérica que así lo catalogan, entrevistados por Televisa y a lo mejor también al servicio de Televisa. Si no fuera un impresentable simplemente no se habría contratado para hacer campaña a favor de un candidato decidido como futuro presidente de un país por una televisora.

Y su problema de pagos no realizados por Televisa queriéndoselos endosar al Estado de México es su bronca. Pagos que seguramente habían negociado que se harían de esa manera entre Televisa y Peña Nieto. O pagos que ante la irrelevancia del viaje, ya no quiso pagarlos Televisa, remitiendo al apologista, al que por lo visto tampoco le fue muy bien con el elegido, como candidato a modo de la telebasura, para que él le pagara al enviado a hacerle campaña al irrelevante Peña Nieto que no pasa de ser un actor telenovelero de quinta. Tampoco es que importe demasiado, es simplemente lo que da lugar a la nota que se torna relevante por el peligro que entraña que Televisa pretenda con su bancada comprada al Verde imponernos al próximo garante de su corrupción irredenta.

Peña Nieto no es otra cosa que el sobrino, del tío, del padre, del abuelo, etc. Un guapito, a modo, convertido en producto televisivo de las familias mafiosas que controlan el Estado de México, como parte integrante de las familias mafiosas que se han apoderado del poder y del dinero en México. Como bien ha denunciado una y otra vez el POR ESTO! y como lo está denunciando, correctamente, AMLO.

Esa es la diferencia entre un periodista que entre los grandes ya ha pasado a formar parte y uno que pone su pluma para hacerle el caldo gordo al favorito a modo, vendido como actor televisivo.

Sin ninguna duda Carmen Aristegui tiene su propia agenda. En este caso las razones son del dominio público. Pero sus notas, son las notas de una periodista que despierta el interés de los radioescuchas. Y como conductora radial también Carmen es de lo mejor que hoy nos queda.

Y así como Mario Renato merece el reconocimiento inmenso del pueblo por haber tenido en sus manos la nota, que Televisa habría callado a cambio de mayores prebendas, eligiendo, en cambio el director del POR ESTO!, darse a la tarea de investigarla antes de publicarla para luego denunciar lo que entonces sólo era la punta del iceberg de la gran corrupción que involucra a los Bribiesca. Por referirme sólo a una de las muchas investigaciones del POR ESTO! que de tanto han servido para que las cosas no estén aún peor en México. El candidato de Televisa hoy sería un Bribiesca sin los destapes de la corrupción inaudita hechos por nuestro diario.

Un aplauso merece también Carmen Aristegui por darle seguimiento a las fechorías, documentándolas, que se van haciendo públicas por lo que toca a Televisa. Vean ustedes. Ya sabemos que el Verde le vendió su bancada a Televisa y que Televisa ya cuenta con una bancada dentro de la nueva, aún más impresentable, legislatura a modo de las familias mafiosas que controlan el poder.

Ya sabemos que Televisa tiene un candidato al que pretende convertir como producto televisivo a la venta en el futuro presidente de nuestra maltrecha república. Estamos a tiempo de impedirlo. Como a tiempo se pudo impedir, merced al POR ESTO! que la Sahagún heredara “el trono que, soñara monárquico, su impresentable marido. Se impidió que le dejara la silla presidencial, que le quería dejar el impresentable Fox a su mujercita, tan, tan, tan, corruptita y se impidió que los Bribiesca ocuparán hoy el lugar de Peña Nieto como productos de Televisa.

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