De impunidad e ilegalidad
2009-05-15
2009-05-15
• De enfermedades mentales
• De chachalacas ahumadas
Uno se prueba, mi estimado, con sus palabras.
De política ficción el cierre de esta agitada semana con el misil del ex presidente Miguel de la Madrid, que en unos cuantos minutos de simpática lucidez recordó la estoica estupidez que hizo, aunque fundamentalmente fue una estupidez no haber tenido esa solvencia generada por la renovación moral –árbol del surrealismo mexicano que da moras en Los Pinos— para sostener sus gravísimas acusaciones que, con un par de divertidas visitas, una cascada de zapes, recetas y píldoras para que no ande equivocando el tino y las palabras exactas de la mafia política, bastaron para que Carlos Salinas y la conocida famiglia feliz lo declararan, con su absoluta anuencia, un enfermo mental.
Y cual elegante orquesta, my friend, la sinfonía del organizado arreglón incluía a the ususal media suspects y a los medios de intoxicación masiva que matizaban el escándalo, que en una de sus atractivas aristas tocaba la controvertida puerta de Felipe Calderón.
Felipe declarando sobre impunidad e ilegalidad teniendo la oportunidad de hacer su emocionado sueño realidad: fortalecerse metiéndole una goliza a la organizada delincuencia que ha aparecido en los últimos días en el epicentro del debate político y así poner a cada quien en su lugar. Culpables e inocentes.
Pero no.
Pudo más su miedo, la complicidad, la impunidad y la ilegalidad olvidando que gota a gota se forman los ríos y demostrando que el PAN es igual… o peor que el PRI. El Gymboree presidencial apostando por la desmemoria colectiva y subestimando a poderosos personajes irreversiblemente agraviados (pushing them for a lethal response) por el delicado tono de la guerra sucia electoral.
Y mientras se controla el daño de las confusiones mentales de Miguel, el titular de Hacienda reaparece en Washington, junto a Fernando Gómez Mont, ambos (dos) con corbat… perdón, receptáculos de virus dando el primero declaraciones que lo colocan al nivel del enredado ex presidente. Agustín se aventó su joya, tres días después, de vociferar que México estaba en recesión, que ya pasó la peor parte de la crisis. Lo que exhibe, amable lector, que Carstens tenía razón sobre el “catarrito”. Duró 72 horas para el barco de gran calado que ya triunfa sobre la emocionante adversidad… Y
¡¿Usted realmente estima que alguien en pleno uso de sus facultades mentales y con más de dos neuronas le creyó a Agustín…?!
Porque aquí la Canacintra le tiró los dientes (a su jefe) recetándole tremendo tubazo al desestimar sus arrebatados diagnósticos y pronósticos. Aquí las escalofriantes cifras del desempleo, la caída del PIB, en la recaudación fiscal, la peligrosa contracción de la economía, el debilitamiento del mercado interno, la crisis turística derivada de la influenza, la baja en las exportaciones, en las remesas y en el precio del petróleo dibujan ooootro tipo de volátil (sin olvidar que emocionante) escenario, pues.
Eso sumándole que ¡¡por fin!! regresamos a la normalidad del tsunami de ejecuciones, de los mensajes en las narcomantas y del interés de nuestros vecinos por la mal llamada guerra contra el narcotráfico. Sobre todo cuando el recién estrenado zar de la Casa Blanca Gil Kerlikowske en su primera declaración pública señaló que se debe erradicar el simpático término de… guerra contra las drogas por las delicadas derivaciones de la belicosa analogía.
Chingón.
Era lo único que le faltaba a este (des)gobierno que ha razonado la legitimidad en su... guerra.
Por la Mirilla
Y ya que Fidel Castro se ha contagiado de esa emoción presidencial de necear en el micrófono, ¿por qué antes de seguir desviando atenciones con amenazas de la influenza mejor no le regala al irónico respetable la historia ahumada de su gobierno en el escándalo de la lacra de Argentina…?
Porque no tarda en entrar al top five para un ¡cállate chachalaca...!
¡Adiós!
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