La caída de Josefina
Francisco Rodríguez
Francisco Rodríguez
Indice Político
“No dejó títere con cabeza”. refrán popular
EN LOS MEDIOS de información escrita y electrónica, y entre sus líderes de opinión, existe el consenso de que ya inició la sucesión presidencial del año 2012. El sexenio que inopinadamente y “haiga sido como haiga sido” inició Felipe Calderón terminó antes de cumplir sus tres primeros años. Y es que no sólo los medios, aún la población percibe que al ocupante de Los Pinos se le salieron de control los problemas del país: económicos, financieros, sociales, políticos, incluso sanitarios, sin que nada indique que
Otra vez, como sucedió hace doce y seis años, vivimos un proceso de sucesión presidencial más que adelantada. En 1997, literalmente la arrancó el entonces gobernador de Guanajuato, Vicente Fox Quesada, autopostulándose al cargo al día siguiente de las elecciones intermedias del periodo sexenal de Ernesto Zedillo.
En 2003 lo hizo quien se desempeñaba como jefe de gobierno de la capital nacional, Andrés Manuel López Obrador, “dándose por muerto”, cuando estaba más vivo que nunca.
Ninguno de los dos, empero, fue tan madrugador cual hasta hace un par de meses lo era Josefina Vázquez Mota, quien se había convertido en una suerte de conejillo de indias con el que experimentaban en el laboratorio de los grandes intereses empresariales, lo mismo de México que transnacionales.
Le platico: Hasta Los Pinos llegó la versión, seguramente confirmada, de que la por aquella no tan lejana época era secretaria de Educación Pública se sometía periódicamente a cursos de preparación en los más variados temas, lo mismo económicos y financieros que internacionales o sociales, que sólo para ella y nada más que para ella, un grupo de empresarios había organizado, todo con vistas a llevarla, primero, como candidata del PAN a la que alguna vez fuera llamada Primera Magistratura, y después, claro, a Los Pinos.
La especie, por supuesto, caló fuerte en el grupo compacto que, más que rodear, parece mantener secuestrado al ocupante de Los Pinos. Y “grillaron” a Vázquez Mota.
Es muy probable que el señor Calderón haya escuchado palabras tales como “traición”, “una más”, “brincarse las trancas”, “propio proyecto político”, “ausencia de solidaridad” y las que usted guste y mande, pero quizá las más hirientes hayan sido “usurpación de atribuciones”.
Y es que hasta hoy los panistas sólo han seguido más o menos al pie de la letra el guión que durante siete décadas emplearon en el partido tricolor, una de cuyas últimas escenas, la culminante tal vez, es aquella en la cual “El Señor” designa él mismo a quien habrá de ser su sucesor.
Vázquez Mota, entonces, se prestaba a un juego en el cual no ella, sino grupos e intereses de presión expropiaban para su beneficio la designación de quien en el 2012 habrá de enfrentarse a los candidatos de partidos políticos que para ese entonces estarán mejor posicionados que el ya desgastado PAN.
De suyo, Vázquez Mota no gozaba desde hace buen rato de las mejores consideraciones por parte del señor Calderón, lo cual fue claramente advertido cuando en la campaña del 2006 fue relevada de facto por el ahora extinto Juan Camilo Mouriño en la coordinación de la misma. Más recientemente, a la muerte de éste, Calderón mismo soslayó la participación de quien era titular de la SEP en la resolución (parcial) de un conflicto magisterial en Morelos, atribuyendo el éxito de la gestión a quien post-mortem era homenajeado en la sede nacional de los blanquiazules.
Hoy a Vázquez Mota, quien será diputada federal gracias al pervertido sistema de la representación proporcional, la suponen cual coordinadora de la próxima bancada o hasta presidenta de la Cámara Baja. Y otra vez por ahí se autopromueve, ya como precandidata al gobierno del Estado de México y, necia, cual candidata presidencial.
Habrá que reconocerle la posesión de un espíritu que no se achica y que se sobrepone rápido a la adversidad. Parece ya haber superado los estragos físicos producto de la charla con el señor Calderón, justo antes de su despido del primer círculo. Ya no parece muñeca de trapo a la que se le doblan las piernas, aunque ya tampoco se le escucha hablar en los medios electrónicos cual si fuera vendedora de Avon o Stanhome.
Quizá tal sea la recomendación de ese grupo empresarial al que, seguro, también ya tienen identificado en Los Pinos como patrocinador de las personales —¿y por qué no?— legítimas aspiraciones de quien se diera a conocer con la venta de un best seller, en el que pedía al Creador que la hiciera viuda, por favor.
A esperar, que al fin y al cabo el sexenio ya se acabó.
Indice Flamígero: Que nadie se sorprenda. Así como Los Zetas ya son dueños y señores de los cruces fronterizos, donde Aduanas y Migración están bajo su total control, la mayoría de los penales de todo el país son regenteados ya por ellos. Un botón de muestra más de lo fallida que es esta Administración y no pocas de las estatales.
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