El presidente (¡gulp!) que salvó a la humanidad
Recuento trágico de una comedia de errores
Enrique Galván Ochoa
Si no fuera por las terribles pérdidas que causó –la muerte del turismo, entre otras –, sería hoy un buen día para reír a todo pulmón. Hace seis semanas –17 de abril– el gobierno calderonista declaró por decreto una emergencia sanitaria porque la República era atacada por letal virus, nadie conocía su origen ni identidad. El decreto era obligatorio, se ejecutaba en todo el territorio nacional y paralizaba las oficinas de gobierno y las escuelas. La alerta fue magnificada para que los pobladores todos del planeta Tierra y sus alrededores se enteraran de lo bien que actuaba el gobierno mexicano en defensa de la humanidad.
Un mes después, también por decreto calderoniano, se dio por terminada la fase crítica. La gente, estupefacta y dolida por las pérdidas, el susto y las molestias, se pregunta: ¿qué pasó aquí?
Uno de los acelerados fue el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, que extremó la defensa ordenando el cierre de toda actividad pública que tuviera puertas. Nunca dijo Felipe Calderón que: 1) el virus ya andaba pululando desde septiembre del año pasado. 2) La Organización Panamericana de la Salud le había enviado una alerta el 11 de abril acerca de un extraño brote en La Gloria, Veracruz, que afectó a 591 personas. 3) Una mujer oaxaqueña había fallecido, inclusive, el 13 de abril. ¿Por qué el presidente de los virus no lanzó la alerta desde entonces? Es que el día 16 del mismo mes tendría lugar la desesperadamente ansiada visita del presidente Obama. Estaba empeñado en demostrarle que no es la cabeza de un Estado fallido”.
Por fortuna Obama regresó sano a su país. Sin embargo, hubo un suceso que no puede atribuirse más que a la mala suerte que parece perseguirlo: un escolta estadunidense pescó la tos y al volver a Washington se convirtió en influenza.
Como ya he sugerido antes, es una hazaña que ni Al Qaeda había logrado hasta ahora: infiltrar un virus en el círculo presidencial.
La Organización Mundial de la Salud reportaba ayer 12 mil 22 casos en 43 países. Sólo en Estados Unidos se han registrado 6 mil 552 y en Canadá 719. El gobierno de Obama anunció que ha destinado mil millones de dólares al desarrollo de una vacuna que deberá estar lista antes de otoño. ¿No le hubiera quedado más reconocida la humanidad al señor de los virus si hubiera dado la alerta a tiempo?
¿Y para qué empeorar la situación magnificando su respuesta? Ya está la enfermedad en lugares tan remotos como Kuwait y a los japoneses les preocupa que llegue a alcanzar proporciones dramáticas.
Circula un rumor de humor negrísimo en la red: Obama fue quien trajo la infección a México. ¿Será contrapropaganda de Martínez Cázares, en respuesta a este video del PRI?:
Ni los amigos se salvaron
Esta semana los jefes de las dos principales líneas aéreas esperan respuesta de Los Pinos a su petición de rescate. Ya venían arrastrando problemas pero el “doble error de abril” los acabó de hundir. Si no fuera porque dependen millares de familias de pilotos, azafatas y personal de tierra de Mexicana de Aviación y Aeroméxico, el cuadro también sería para soltar la carcajada. Los jefes –Gastón Azcárraga y José Luis Barraza– son dos de los principales promotores de la campaña del miedo en favor de Felipe Calderón. ¿Quién era el verdadero peligro para México?
No hay comentarios:
Publicar un comentario