domingo, 17 de mayo de 2009

La porkynfluenza ¿terrorismo médico?

¡¡Exijamos lo Imposible!!
El objetivo fundamental de los terroristas es crear terror
María Teresa Jardí

“La felicidad, la alegría, la armonía, la tranquilidad, y otros estados como la satisfacción personal son el mejor estimulante del sistema inmunológico”.- Dr. Giraldo

“El científico brasilero Dr. Norberto Keppe ha estado explicando en sus más de 50 libros, con sólidos argumentos objetivos, cómo todas las enfermedades psíquicas, orgánicas y sociales tienen origen en la psicopatología de las personas”, sigue explicándonos el Dr. Giraldo, en el amplio documento que ha circulado por la red y del que apenas les comparto unos párrafos. “La caótica situación social actual creada por las autoridades internacionales de Salud Pública, por los gobiernos y los medios de comunicación, con relación a la gripa porcina, son un ejemplo perfecto de lo que el Dr. Keppe llama esquizofrenia social o ‘sociofrenia’. Además, este tipo de terrorismo médico emanado de los organismos internacionales de la Salud Pública, viola el principio hipocrático de: ‘Al Menos No Hacer Daño’. ¿Acaso ya no es válido el ‘Juramento Hipocrático’ que realizamos los médicos el día de nuestra graduación? Si realmente hubiese interés en ayudar a la salud de la población, debería recordarse que para que ocurra cualquier enfermedad infecciosa, incluida la ‘gripa porcina’ se requieren tres condiciones: a) La presencia del agente infeccioso y sus fuentes. En el caso de la gripa porcina serían el virus, los cerdos enfermos y las personas enfermas. b) Un modo de transmisión. En la presente situación correspondería a la inhalación o ingestión de partículas virales a partir de los enfermos. Y, c) La presencia de un huésped susceptible. La persona necesita ser vulnerable para poder contraer una enfermedad infecciosa. Tiene que estar debilitada e inmunosuprimida, de lo contrario es imposible desarrollar una enfermedad infecciosa: esta es la ley fundamental de la infectología. El último requisito mencionado es el más importante, y es precisamente el que no está siendo tratado en forma adecuada por las autoridades. Simplemente se explican las medidas para evitar el contagio con el supuesto “virus de la gripa porcina”. Sólo enfatizan en los dos primeros requisitos, dando la idea equivocada de que todo aquel que se contagia con el virus va a enfermar. Ignorando que la inmensa mayoría de las veces que nos ponemos en contacto con agentes infecciosos, éstos son neutralizados por nuestros mecanismos de defensa, nuestro médico interior y nuestra farmacia interior. La simple intuición y el sentido común enseñan que si uno es fuerte no se enferma y es preocupante apreciar la forma como las autoridades sanitarias están analizado y resolviendo el asunto de la supuesta gripa porcina, lo que indudablemente conduce a crear un ambiente perfecto para lo que se llama ‘Enfermedad Psicogénica Masiva’, también conocida en el mundo científico como ‘Epidemia Histérica’ o ‘Histeria de las Masas’. Todo parece indicar que este caos va a continuar agravándose… La literatura científica está llena de ejemplos de estas ‘epidemias de histeria’, un simple rumor puede ser convertido en una delirante verdad absoluta, así las personas de los internados, colegios, universidades, ejércitos, pueblos, ciudades y países se han enfermado al escuchar un rumor o una información irresponsable por parte de las autoridades… “…

El objetivo fundamental de los terroristas es crear terror. El momento exige unidad de todos para parar a los terroristas. Este caos de terror debe ser erradicado de la faz de la tierra estimulando nuestro sistema inmunológico. Las personas con un buen estado de salud, equilibradas psíquica, mental y espiritualmente, no pueden ser atacadas por ningún microbio, ni siquiera por el virus de la gripa porcina. Insisto en que ésta es una de las leyes fundamentales de la infectología. En tal sentido, las autoridades sanitarias, en lugar de generar pánico y terror, como lo están haciendo ahora, deberían utilizar los medios de comunicación para explicar en detalle las diferentes formas para estimular nuestros mecanismos de defensa en general y del
sistema inmunológico en particular.

“La felicidad, la alegría, la armonía, la tranquilidad y otros estados como la satisfacción personal son el mejor estimulante del sistema inmunológico.

Debemos, entonces, aprovechar a los artistas, músicos, pintores, teatreros, escritores, cuentachistes, bailarines, entre otros, para que con sus técnicas estimulen las emociones positivas y la espiritualidad de las personas que viven en los lugares de una posible epidemia de gripa porcina o de cualquier otra infección. De esta forma nadie necesitaría de máscaras quirúrgicas ni de antibióticos. Todo contagio podría ser neutralizado por unos sistemas inmunológicos saludables. Los nutricionistas y dietistas equilibrados podrían explicar cómo una dieta a base de frutas y verduras es ideal en las actuales circunstancias. Cómo un diente de ajo cada día, junto con un poco de jugo de zanahoria y de limón, con sus propiedades antivirales, antoxidantes e inmunoestimulantes, podrían ser suficientes para lidiar con el virus de la gripa porcina y con cualquier otro microrganismo potencialmente patógeno… La verdadera epidemia actual es la de no aceptar la realidad, es la alienación,
es delirar…”.

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