Demanda contra El Creador

¡¡Exijamos lo Imposible!!

Opiniones y Comentarios

Julio Ricardo Blanchet Cruz

• ¿Y luego?...
jrbc@diariolibertad.org.mx

“Jamás me he arrepentido de mí silencio, más bien de mis palabras”, solía decir el ilustre Sócrates; a quien por supuesto no deben de haber leído ninguno de los del Gabinetazo, incluyendo por supuesto a su Couch (aclarando que Sócrates nunca escribió nada)...

Couch al que por cierto le podríamos preguntar ¿A qué juegan?; porque no es posible que piensen que una nación se puede gobernar, ya no solo incumpliendo lo que se dice, lo que ya es decir bastante, sino diciendo un día una cosa y al día siguiente otra, porque la gente no sabe a dónde va...

Ni sabe a quién creerle. Entendiendo que estamos en guerra; la guerra que el Couch del Tem (a ver si así entienden estos pro yanquis) les declaró a los narcotraficantes...

Y que en la guerra lo único que no se vale, es decir la verdad; toda vez que la guerra es la apología de la mentira. Solo los de la PGR son capaces de advertirle a los Beltrán Leyva que van a ir por ellos y les van a caer de “sorpresa”...

Cabe agregar que el michoacano ya tiene un lugar en la Historia, cuando menos como el único General (y luego de cinco estrellas) que la única batalla que tuvo en su vida, la perdió por “goliza”; y ni siquiera llegó a penaltis...

Aunque tal vez por ser creyente, recordemos que se llama Felipe del $agrado Corazón de Je$ú$, lo mismo y se creé aquello del David que después fue Rey; y el Goliat que posteriormente pasó a formar parte del mundo de los difuntos...

Sin que por supuesto haga falta saber con quién se identifica nuestro personaje michoacano...El caso es que apenas ayer lunes los agoreros cantaban victoria y celebraban la fortaleza de la Banca Mexicana (¿?) que resiste los embates hasta de los tsunamis verdes; y hoy, de nueva cuenta vuelve a caer...

Haciéndoles a los ricos perder lo que invirtieron para el rescate, que dicho sea de paso, parece un barril sin fondo, pues los financieros llevan una vida de jeques sauditas que en mucho ha contribuido al fracaso de las finanzas neoliberales del consumismo a ultranza...

Y si hay incertidumbre hacia adentro, qué es lo que pueda esperarse que haya hacia fuera, si no es lo mismo: incertidumbre. Las finanzas, la política, la inseguridad, la educación, la salud, denotan que nuestro México está enfermo...

Los mexicanos que amamos a nuestra Patria, tenemos nauseas de la clase política-religiosa que gobierna. Antes era una distinción que la familia conociera a un diputado, y si era Constituyente, era un honor...

Hoy más de alguno se avergüenza y niega ser amigo (si acaso conocido; y que no lo vean con él) de Madrazo, por poner solo un ejemplo y no citar a Fox, o al mismo Calderón, que en medio de todo, está solo...

Y ya ni referirme a los del clero católico, que si antes eran bien recibidos en las casas, hoy les piden a los niños que no salgan de sus cuartos, como no sea para despedirse de “Su Eminencia”...

Cambiando de tema...

En menuda bronca se habría metido no solo el servicio postal norteamericano de la Wells Fargo, sino el mismísimo enviado que le hubiera dejado en propia mano el citatorio a Dios...

Pues han de saber ustedes amables lectores, que Dios fue demandado, y aparentemente con más que justa razón, pues por lo visto no hace nada para detener la debacle que como especie estamos viviendo...

Y a falta de poder entrevistarse con Dios, que por lo visto no recibe sin cita, cabiendo comentar que su agenda la lleva la mismísima muerte (ni modo que no)...

Se lo hubiera entregado a su representante en La Tierra, con lo que quedaría comprometido y luego exhibido ante el mundo como que no tiene contacto con la divinidad que dice representar (que lo cachen ¡vaya!)...

Y sin importar a la deidad a la que se refieran y por supuesto a su representante. Lo mismo sería con don Alá, o don Jehová, o don Perico de los Palotes...

El Creador no tiene representantes y nadie puede probar lo contrario. Y lo malo no es que ellos lo digan, sino que haya quien les crea...

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.